04 Oct Natalia Goncharova… Una mujer entre Gauguin, Matisse y Picasso
En el marco de uno de las obras maestras de la arquitectura renacentista florentina, como es el Palacio Strozzi, su fundación organiza un excelente programa de exposiciones de alto nivel internacional. Y en esta ocasión homenajea a una artista, que llevó adelante su proyecto artístico.
Otra mujer valiente -esta vez llega de la Grande Rusia- de ese largo elenco subvalorado o eclipsado en la historia del Arte.
Fue una figura extraordinaria del arte del siglo XX
Así, Florencia celebra a una extraordinaria figura femenina del arte del siglo XX, como es Natalia Goncharova , con una gran retrospectiva.
Ésta recorre su larga existencia contracorriente y su rica y poliédrica producción, confrontada con obras maestras de célebres autores como Paul Gauguin, Henri Matise, Pablo Picasso y Umberto Boccioni, cedidas por los más prestigiosos museos del mundo.
Y lo hace valiéndose de 130 obras en una especie de viaje entre el campo ruso, Moscú y París -las dos ciudades símbolo de nuestra artista protagonista- y revelándonos la biografía anticonformista de una mujer que supo vivir para el Arte.
NATALIA GONCHAROVA Y LA FUSIÓN E INNOVACIÓN ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE
Natalia Goncharova, creó una original fusión de tradición e innovación, Oriente y Occidente y, al tiempo, convirtió su obra en un ejemplo único de experimentación entre estilos y géneros artísticos.
La artista rusa trabajó desde el Neoprimitivismo al Rayismo (movimiento del arte ruso entre 1912 y 1916, como evolución de una parte del Futurismo ruso, eco del italiano), y de la pintura y la gráfica al trabajo para el teatro.
¿Quién era Natalia Sergeevna Goncharova (Negaevo, 1881 – París, 1962)?
Después de haber estudiado en la escuela de Pintura, Escultura y Arquitectura de Moscú conoció al pintor Michail Larionov, su futuro compañero.
Ambos fueron los principales animadores del grupo ‘Vello de Oro’ al que adhirió otro importantísimo exponente de la vanguardia rusa : Kazimir Malevic.
En 1906, Natalia Goncharova participa a una exposición organizada por Sergej Djagilev en París, descubriendo su interés por los impresionistas, por los “fauves” y por la tradición figurativa de su país.
Entre 1907 y 1913 organiza con Larionov varias exposiciones del nuevo arte junto con varios exponentes de la pintura francesa, a las que siguió la de ‘Il bersaglio’ (el objetivo), dedicada a artistas rusos.
Ejemplariza su obra ‘El ciclista’: el veloz pedaleo del hombre por medio de la descomposición de los planos cromáticos y la repetición de marcadas líneas negras creando en el lienzo la impresión del movimiento simultáneo.
Pero no solo de la bicicleta en la carretera sino también el ritmo del ciclista que con su pecho acompaña la pedalada. Atraviesan la imagen los rayos de luz que se proyectan en todas las direcciones, aportando a la composición una tensión interior.
En 1914, se traslada definitivamente a París y al año siguiente expone sus obras en ‘Art décoratif théatral moderne’. Expone en Múnich en 1926, participa en Blaue Reiter y en Der Sturn de Berlín.
LA ARTISTA RUSA TAMBIÉN SE DEDICÓ A LOS DECORADOS TEATRALES
Colaboró hasta la muerte del célebre empresario Djagilev, acaecida en Venecia en 1929, en el diseño del vestuario y de las excenografías de los Ballets Rusos.
Finalmente, sin abandonar completamente la pintura, la artista dedicará el resto de su vida a los decorados teatrales y a la ilustración de libros. Expondrá, a menudo con Larionov, ya su marido desde 1955, en Europa así como en Estados Unidos y Japón.
Hasta llegar a merecer la atención de la comisaria de esta retrospectiva, Ludovica Sebregondi, que explica: “no solo porque subraya el papel impulsor que la artista tuvo en el ámbito de las vanguardias y por su capacidad de explorar estilos diferentes, logrando encanalarlos a su visión del mundo.
El suyo fue un espíritu anticonformista, pero discreto, tenaz hasta tal punto de haber sido en Rusia, la primera mujer que pintaba desnudos, en ser víctima de la censura por obras de tema religioso, en exhibirse en los cabarés, en mostrarse en los lugares más elegantes de Moscú con el rostro decorado.
Su nombre en ámbito teatral, legendario; sus pinturas han alcanzado las máximas cotizaciones en las subastas; y ahora es el momendo de que su obra, completa, la conozca también el gran público”. Así que más valiente… imposible!
NATALIA GONCHAROVA. ¡MÁS VALIENTE… IMPOSIBLE!
¿Otra huella imperecedera? La dejó, junto con su marido Michail, en 1913, en ocasión de una gran exposición colectiva de obras ‘rayistas’, con su legado en ‘El Manifiesto Rayista y Futurista’.
No Comments