Expatriadas en tiempo de pandemia… Historias de superación II. Mujeres Valientes

Expatriadas en tiempo de pandemia… Historias de superación II

Expatriadas en tiempo de pandemia… Historias de superación II. Mujeres Valientes

La crisis que lleva asociada el Covid19 está sacando a relucir nuestras debilidades y fortalezas. En mayor o menor medida, esta situación nos está afectando a todos y a veces es inevitable sumergirnos en un sentimiento de tristeza y desesperación. Por suerte, al mismo tiempo hemos aprendido a valorar las pequeñas cosas y a disfrutar de la familia.

Mientras vemos como el mundo entero lucha por superar esta pandemia, en Reino Unido observamos como el ritmo de vacunación es bastante rápido, llegando a las mil vacunaciones por minuto. El hecho de que el efecto de la vacuna comience a notarse en Inglaterra nos da cierta seguridad, pero eso no calma la angustia que sentimos al estar lejos de nuestro país en estos momentos.

Personalmente, a mi angustia se une cierta “envidia” cuando escucho quejas de amigos y familiares por las medidas restrictivas españolas, ya que aquí son mucho más estrictas que allí: las reuniones no están permitidas, los colegios siguen cerrados, el comercio no esencial y los bares también están cerrados, se continúa con el teletrabajo, etc. También es cierto que, cuando el confinamiento en España fue más duro, aquí fue algo más relajado.

Afortunadamente, en marzo va a comenzar la desescalada pero, mientras tanto, intentamos llevar la situación de la mejor manera posible, tal y como muestran Francisca Marco, María Ferragut y María José Ibáñez.

Expatriadas en tiempo de pandemia… Historias de superación II. Mujeres Valientes

“El no poder estar con los nuestros es una preocupación más, sumada a la pandemia”

Francisca Marco (Alicante, 1969) nunca pensó que abandonaría su querida Madrid, ciudad donde residía desde 2003. Por motivos laborales, llegó a Londres en 2014, y desde entonces vive aquí con su marido y su hijo de 12 años. En España trabajaba como administrativo y la fotografía era su gran pasión.

Al llegar a Inglaterra, vio la oportunidad de dar un giro a su vida y decidió reinventarse: tras tres años de estudios de fotografía, consiguió lanzarse profesionalmente al mercado en un país extranjero, en el que hasta ahora no le ha ido nada mal.

Lamenta que la pandemia le haya obligado a cerrar su negocio temporalmente, pero ella no se rinde. Es una luchadora nata, que no se detiene ante las adversidades: sigue estudiando, formándose y experimentando con nuevos estilos que hacen aún más impactantes sus imágenes.  Siempre alegre y colaboradora, Francisca comparte con Mujeres Valientes cómo es su vida en estos momentos.

Diana Granada.- ¿Es un desafío vivir en el extranjero en tiempos de Covid? ¿Por qué?

Francisca Marco.- Sí que es un desafío, lo tenemos muy complicado para poder viajar. Es difícil ver a nuestra familia, incluso en caso de necesidad. A los PCR hay que sumarle las cuarentenas, y que no siempre es posible moverte, ya sea por trabajo o por los colegios de los niños. El no poder estar con los nuestros, en caso de emergencia, es una preocupación más sumada a esta pandemia.

Diana Granada.- ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a tu país? ¿Tienes planes de volver a corto/medio/largo plazo?

Francisca Marco.- La última vez que estuve en España fue el pasado mes de octubre. Fui por una causa mayor y viajar fue todo un reto. Mi marido trabaja todo el día fuera de casa y, gracias a que una buena amiga se hizo cargo de mi hijo, esa semana pude marcharme.

Ya entonces teníamos restricciones, y no estaba permitido entrar en casa de nadie, pero había algunas excepciones. Una de ellas era por cuidado de un menor, y por eso mi hijo pudo convivir unos días con otra familia. A la vuelta tuve que hacer la inevitable cuarentena de 15 días, sin salir de casa absolutamente para nada.

Por supuesto, me encantaría volver a España en un futuro, pero no sé cuándo. 

Diana Granada.- Bajo tu punto de vista, ¿qué es lo peor del confinamiento? ¿Y lo mejor?

Francisca Marco.- Lo peor del confinamiento son todas las pequeñas cosas que hacíamos antes y que ahora no podemos hacer: las reuniones con amigos, esas largas tertulias después de una buena paella o una barbacoa, las risas compartidas, las quedadas para ir de cena con las amigas, el poder planear qué obra de teatro o qué museo podemos visitar, un simple café en buena compañía…

Lo mejor ha sido poder seguir con mi formación vía online.

Francisca Marco.-  Durante el último año he realizado varios cursos por Zoom. Además, aprovecho mis paseos para hacer ejercicio y trabajar al mismo tiempo. Me gusta coger mi cámara, adentrarme en un bosque que tenemos cerca y experimentar con nuevas ideas que me van surgiendo.

Diana Granada.- Si pudieras elegir dónde vivir esta pandemia, ¿Dónde estarías?

Francisca Marco.- Si pudiera elegir dónde vivir sería en algún lugar de Alicante, con vistas el mar.

Diana Granada.- ¿Cómo lleva tu hijo el confinamiento y el cole en casa? ¿Y tú?

Francisca Marco.- Mi hijo lleva bien el confinamiento. Las clases las tiene por Microsoft Teams, con el mismo horario que cuando va presencialmente (de 8’30 a 15’00). Las actividades extraescolares también las hace online y, además, por la tarde sociabiliza un rato con los amigos a través de los videojuegos. 

Por mi parte, yo lo llevo bastante bien porque él está en secundaria y no necesita mi ayuda.

Diana Granada.- ¿Qué haces para “sociabilizar”? ¿A quién echas realmente de menos?

Francisca Marco.- Sociabilizar es lo que más cuesta, ya que tenemos muchas restricciones. Sin embargo, las amigas solemos estar en contacto a través del teléfono. Además, de vez en cuando quedamos para tomar algo por video llamada, ¡no nos queda otra! Ocasionalmente, si alguna pasa cerca de mi casa, me llama y nos vemos en la calle, y con distancia. Otras veces, cuando salgo a caminar, quedo con alguna amiga. Por suerte, para hacer ejercicio nos permiten juntarnos con una persona que no sea conviviente.

Echo de menos no poder viajar para ver a toda mi familia y amigos, echo de menos el contacto sin una pantalla por medio, echo de menos no poder dar abrazos.

Diana Granada.- ¿Crees que te ha cambiado la pandemia? ¿Han cambiado las personas de tu entorno?

Francisca Marco.- Cambiar no sé si habrá cambiado algo en mi, pero lo que sí sé es que soy más consciente de que hay que disfrutar los pequeños momentos que se presenten. Adaptarse a las nuevas circunstancias ha sido un trabajo de introspección donde he vivido días de todo tipo, algo que considero necesario para seguir creciendo. Por otro lado, tengo la suerte de tener un entorno repleto de personas maravillosas, que siguen siendo las mismas.

Diana Granada.- ¿Qué es lo primero que vas a hacer cuando no haya medidas restrictivas?

Francisca Marco.- La desescalada será poco a poco así que, en la medida de lo posible, iré retomando la vida que teníamos. Tengo muchas ganas de poder quedar con amigos, de viajar con mi familia y, en definitiva, de volver a la vida que teníamos antes.

Diana Granada.Si pudieras volver un año atrás en el tiempo, ¿Qué harías?

Francisca Marco.- Probablemente lo mismo que estaba haciendo: vivir sin pensar que hay una pandemia acechando…

Diana Granada.- Por último, ¡pide un deseo!

Francisca Marco.- Que se controle pronto esta pandemia, son demasiadas vidas las que se ha cobrado ya.

Expatriadas en tiempo de pandemia… Historias de superación II

Antes me sentía expatriada, ahora me siento en el exilio”

María Ferragut (Palma de Mallorca, 1981) se mudó a Londres hace siete años, por una oportunidad laboral de su marido. Casada y con tres hijos (10, 8 y 5 años), actualmente trabaja como profesora de una guardería a tiempo parcial.

Antes de venir a Reino Unido, residió varios años en Madrid, pero siempre ha vivido en España, a excepción de 6 meses que estudió en México.

Polifacética y entusiasta se ha dedicado a diferentes actividades durante su vida: desde trabajar en una ONG desarrollando proyectos para gente en riesgo de exclusión social y para igualdad de género, hasta dirigir su propia empresa de publicidad, incluso preparó las oposiciones para profesora de secundaria en la comunidad de Madrid. Hoy abre su corazón a Mujeres Valientes y explica cómo está viviendo esta situación.

Diana Granada.- ¿Es un desafío vivir en el extranjero en tiempos de Covid? ¿Por qué

María Ferragut.- Cuando nos mudamos a Reino Unido lo hicimos porque sabíamos que, en cualquier momento que aconteciera una urgencia, en dos horas podíamos estar en España sin problema. Ahora mismo siento que las restricciones que el Gobierno de Inglaterra ha puesto para viajar, y sobre todo para entrar a la vuelta, nos tienen atrapados aquí y eso me angustia.

Creo que para todos los que vivimos en el extranjero la mayor preocupación es recibir una llamada de nuestro país dándonos la mala noticia de que alguien cercano ha fallecido o está muy enfermo. Antes era una preocupación, ahora es una angustia. Antes me sentía expatriada, ahora me siento en el exilio.

Diana Granada.- ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a tu país? ¿Tienes planes de volver a corto/medio/largo plazo?

María Ferragut.- La última vez que estuve en España fue este verano. Tengo planes de volver de vacaciones, en el mismo segundo en el que viajar sea legal y asequible, pero no tenemos planes de volver a vivir allí a corto/medio plazo. 

Diana Granada.- Bajo tu punto de vista, ¿Qes lo peor del confinamiento? ¿Y lo mejor?

María Ferragut.- Lo peor del confinamiento es la ruleta emocional en la que me he convertido. Unos días deprimida por sentirme atrapada en Reino Unido o en mi casa. Agobiada por no poder estar sola un solo segundo, estresada por todas las cosas que tengo que hacer con el “homeschooling” pero a la vez tener que ir a trabajar (las guarderías están abiertas).

Lo mejor es que la vida se ha ralentizado, que no hay que correr para llegar a ningún lado. Otra de las cosas que más he disfrutado es la de tener a mi marido en casa. Es cierto que hay momentos en que me gustaría estar sola pero considero un privilegio poder comer con él todos los días y poder tomarnos un café a media mañana. Otra de las mejores cosas del confinamiento es el haberle dicho adiós al sujetador…

Diana Granada.- Si pudieras elegir dónde vivir esta pandemia, ¿Dónde estarías?

María Ferragut.-  En Mallorca, en casa de mis padres. Con mi hermana y su bebé que acaba de nacer y al que no he podido conocer aún.

Diana Granada.- ¿Cómo llevan tus hijos el confinamiento y el cole en casa? ¿y tú?

María Ferragut.- ¡Ellos lo llevan mejor que yo! Sobre todo, los mayores. A veces se aburren de hacer el trabajo que les mandan, ya que es un poco monótono, pero en general lo llevan bien. Yo lo llevo un poco peor, pero es que a la pequeña es a la que más le cuesta, y a la que hay que dedicar más tiempo.

Diana Granada.- ¿Qué haces para sociabilizar”? ¿A quién echas realmente de menos?

María Ferragut.- Para sociabilizar he hecho video llamadas con amigos en las que charlamos y tomamos vino, pero también he salido mucho a pasear con amigos. Sin embargo, echo mucho de menos a mis padres, a mi hermana, a su marido y, sobre todo, a mi sobrino recién nacido.

Diana Granada.- ¿Crees que te ha cambiado la pandemia? ¿Han cambiado las personas de tu entorno?

María Ferragut.- Yo creo que la pandemia no ha cambiado mi esencia pero sí creo que me ha enseñado a ser más reflexiva y paciente, a analizar la vida desde la perspectiva de que soy una privilegiada. Me ha enseñado a disfrutar de mi familia más.

También creo que gracias a la pandemia soy más consciente de que cada segundo lo quiero pasar con gente que me gusta, que me importa. Y me ha enseñado a sacar gente tóxica de mi lado, que me hacia falta. Pienso que a las personas de mi entorno les ha afectado de forma diferente según su carácter pero, en general, creo que a todos nos ha ayudado a ver la vida desde otro prisma y a darnos cuenta de lo que es realmente importante y a dónde queremos llegar.

Diana Granada.- ¿Qué es lo primero que vas a hacer cuando no haya medidas restrictivas?

María Ferragut.- ¡Fiestón con mis amigas!

Diana Granada.- Si pudieras volver un año atrás en el tiempo, ¿Qharías?

María Ferragut.- Compraría bitcoins.

Diana Granada.-  Por último, ¡pide un deseo!

María Ferragut.- ¡¡¡¡¡Que se acabe ya!!!!

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Extraño profundamente a mi hermana, su familia y España”

María José Ibáñez Cattaneo (Argentina, 1967), al igual que el resto de entrevistadas, viajó a Reino Unido por motivos laborales. En 2013 comenzó una nueva andadura en Londres, junto a su marido y sus dos hijos (16 y 20 años).

Nacida en Argentina, pasó gran parte de su vida en España, en la que tiene actualmente a varios miembros de su familia. Aunque antes de venir a Inglaterra trabajó como programadora y correctora de texto, al llegar a este nuevo país decidió dedicarse a sus hijos, a seguir formándose y comenzar una nueva profesión relacionada con la enseñanza.

Hasta hace un mes trabajaba como asistente de la profesora en un colegio de educación especial, en el que ha estado los tres últimos años. Actualmente trabaja con su marido. Calmada y reflexiva, María José cuenta a Mujeres Valientes cómo se siente en estos momentos.

Diana Granada.- ¿Es un desafío vivir en el extranjero en tiempos de Covid? ¿Por qué?

Mª José Ibánez.- Sí, lo es. Además de la ansiedad que te crea estar lejos de tu zona de confort, parte de tu familia y amigos hay que sumarle el miedo de que alguno, ya sea aquí en Londres o en España, pase el Covid y no lo lleve bien.

Diana Granada.- ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a tu país? ¿Tienes planes de volver a corto/medio/largo plazo?

Mª José Ibánez.- La última vez que estuve en España fue en agosto de 2019. Planeo volver, si es seguro, en agosto.

Diana Granada.- Bajo tu punto de vista, ¿qué es lo peor del confinamiento? ¿Y lo mejor?

Mª José Ibánez.- Para mí, lo peor del confinamiento, sobre todo del primero porque había muy buena temperatura, fue no poder salir a los parques o a conocer nuevos lugares dentro de Inglaterra. En el actual confinamiento, sin embargo, lo estoy pasando mejor porque con las bajas temperaturas y la lluvia no apetece salir por ahí. A nosotros nos gusta mucho estar en casa.

Lo mejor: estar todos en familia en casa.

Diana Granada.- Si pudieras elegir dónde vivir esta pandemia, ¿Dónde estarías?

Mª José Ibánez.- En España, sin duda.

Diana Granada.- ¿Cómo llevan tus hijos el confinamiento y el cole en casa? ¿y tú?

Mª José Ibánez.- Mis hijos ya son mayores así que no soy yo la que tiene que sufrir con el “homeschooling”. Quizás mi hija perdió un poco de estructura y cuando empezó este año le costó bastante retomar el ritmo.

Diana Granada.- ¿Qué haces para “sociabilizar”? ¿A quién echas realmente de menos?

Mª José Ibánez.- Lo que hacemos todos: tirar de Whatsapp. En realidad me relaciono lo justo, me he vuelto mucho más introspectiva. He aprendido a decir que no cuando no me apetece o no estoy de humor para sociabilizar. Extraño profundamente a mi hermana, su familia y España.

Diana Granada.- ¿Crees que te ha cambiado la pandemia? ¿Han cambiado las personas de tu entorno?

Mª José Ibánez.- Creo que la pandemia nos ha cambiado a todos. Ya no lo damos todo por hecho. En mi caso, como ya dije antes, el confinamiento (que no la pandemia) no fue ni está siendo muy duro porque me encanta estar en casa así que creo que en ese aspecto mi vida no ha cambiado mucho. En mi opinión, nos hemos dado cuenta de que podemos vivir con menos. Además, creo que me he vuelto mucho menos sociable que antes.

Diana Granada.- ¿Qué es lo primero que vas a hacer cuando no haya medidas restrictivas?

No lo sé, quizás retomar la costumbre de salir a conocer nuevos lugares de Inglaterra. Creo que me va a costar mucho volver a sociabilizar igual que antes.

Diana Granada.- Si pudieras volver un año atrás en el tiempo, ¿Qué harías?

Mª José Ibánez.- No lo sé, pero tampoco me importa. Lo pasado, pasado está.

Diana Granada.- Por último, ¡pide un deseo!

Mª José Ibánez.- Volver a España lo más pronto posible.

Lola Llatas, María Shaw, Melissa Cartaya, Francisca Marco, María Ferragut y María José Ibáñez son una representación indiscutible de todas esas mujeres que en algún momento decidieron liarse la manta a la cabeza y comenzar desde cero en un nuevo país. Lo que ellas han hecho tiene mucho mérito y creo que son admirables por el esfuerzo, la entereza y la valentía que han mostrado a lo largo de su vida.

Por estas seis mujeres, por todas las que emigraron antes que ellas, y por todas las que aún están por llegar, continuaré escribiendo y compartiendo experiencias. Pienso que este es la mejor manera de aportar mi granito de arena en esta gran aventura de la expatriación…

¡Vivan las Mujeres Valientes!

 

Fotografías:  ©️ Francisca Marco

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Diana Granada
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