20 Ene Zelda Fitzgerald… La primera flapper que desafió las convenciones
En los años 20 del siglo pasado surgieron una serie de mujeres que cambiaron la historia y la moda para siempre. Mujeres Valientes que desafiaron las convenciones sociales bebiendo, fumando, conduciendo y apostando por un modo de belleza contrario al de la época.
Usaron enormes cantidades de maquillajes y joyas y vestían trajes rectos de corte bajo que dejaban al descubierto las rodillas cuando bailaban o corrían… bailaban foxtrot y charlestón y hacían deporte. Eran las flappers y, entre todas ellas, destaca un nombre, Zelda Fitzgerald, considerada como la primera flapper de Estados Unidos.
Zelda Sayre nació en Montgomery, Alabama, el 24 de julio de 1900. La más pequeña de seis hermanos, fue una niña mimada y consentida por su madre. En cambio, su padre, juez de la Corte Suprema de Alabama, era un hombre estricto y distante. Fue una niña muy activa y le encantaba bailar y hacer todo tipo de actividades al aire libre.
Durante su juventud se convirtió en toda una líder de su comunidad. Bebía, fumaba y pasaba gran parte de su tiempo rodeada de amigos. Le gustaba llamar la atención y, para ello, no dudaba en bailar Charlestón y usar trajes de baño ajustados y de color carne para que la gente pensara que nadaba desnuda.
Con 18 años, Zelda Fitzgeral conoce, en una estación de tren a un joven que quería ser escritor… Ese escritor era Scott Fitzgerald
Scott comenzó a llamarle todos los días e iba a Montgomery cada vez que podía. Durante esos paseos él le hablaba sobre el libro que estaba escribiendo y sus planes para ser famoso. Le envió un capítulo del libro y, a cambio, ella le mostró su diario personal y, al parecer, Scott utilizó fragmentos textuales del diario en su novela, A este lado del Paraíso.
Su noviazgo fue brevemente interrumpido cuando él fue llamado a filas. Poco después, en marzo de 1920, Scott le envía a Zelda el anillo de su madre y los dos se comprometen, aunque ni amigos ni familiares de Zelda ven bien esa relación: los amigos no aprobaban que Scott bebiera excesivamente y a la familia de Zelda, de religión episcopal, no le agradaba el hecho de que él fuera católico.
ZELDA FITZGERALD… ¿A ESTE LADO DEL PARAÍSO?
Scott seguía escribiendo y ella aceptó casarse con él cuando se publicara su libro. El enlace tuvo lugar en la Catedral de San Patricio de Nueva York en abril de ese mismo año. Scott y Zelda se convierten en una de las parejas más famosas de Nueva York tanto por sus innumerables fiestas como por el éxito alcanzado con A este lado del Paraíso.
La sociedad de la época consideraba que se trataba de una pareja feliz, símbolo de la juventud y del éxito, pero cuando cerraban la puerta de su casa las peleas eran continuas a causa del excesos con el alcohol, los celos y las infidelidades. Una de las que más va a marcar la relación de la pareja se produce en París. Mientras Scott se encierra para escribir El Gran Gatsby, Zelda se enamora del joven piloto francés, Edouard Jozan, con quien pasaba las tardes nadando en la playa y las noches bailando en los casinos.
Zelda le pide el divorcio a Scott y éste la demanda y la encierra en su casa. De cara a los amigos continuaron representando el papel de pareja feliz, pero no lo eran y Zelda está al borde la muerte por una sobredosis de pastillas para dormir.
Tras un nuevo viaje por Europa vuelven a Nueva York. Él cada vez bebe más y el comportamiento de ella es cada vez más errático. Vuelve a centrarse en el ballet y resurgen en las fiestas, pero los festejos dejan de ser elegantes para convertirse en autodestructivos.
ZELDA FITZGERALD Y SU CAMINO HACIA LA AUTODESTRUCCIÓN
En 1930 Zelda es admitida en un sanatorio, donde después de meses de tratamiento y observación es diagnosticada con esquizofrenia, aunque los últimos estudios aseguran que podría tratarse de un trastorno bipolar.
A partir de ahí comienza un peregrinar de entradas y salidas en diversos hospitales y en uno de ellos, el Hospital Highland de Asheville (Carolina del Norte) encuentra la muerte a causa de un incendio que comenzó en la cocina del centro hospitalario. Era la noche del 10 de marzo de 1948, Zelda estaba encerrada en su cuarto a la espera de una terapia de electroshock.
El fuego se propaga rápidamente por todo el hospital y las salidas de emergencias, al estar hechas de madera, se convierten en una trampa mortal. Durante el incendio murieron 9 mujeres, una de ellas Zelda.
ZELDA FITZGERALD… MÁS QUE UNA FLAPPER Y LA MUJER DE SCOTT
Zelda fue una gran pintora y escritora. Aunque destruyó la mayoría de sus obras, sus escritos si han permanecido en el tiempo: cuentos, artículos, teatro y su novela, Save me the waltz, que escribió en cuatro semanas durante uno de sus ingresos hospitalarios.
En uno de sus artículos publicado por Metropolitan Magazine, Eulogy on the Falpper”, describe así a las flappers:
“La flapper se despertaba de su letargo de sub-deb-ismo, se arreglaba su media melena, se ponía sus pendientes favoritos y una gran cantidad de audacia y de rubor e iba a la batalla. Coqueteaba porque era divertido y usaba un traje de baño de una sola pieza porque tenía una buena figura… Estaba consciente de que las cosas que hacía eran las cosas que siempre había querido hacer. Las madres desaprobaban que sus hijos llevaras a las flappers a los bailes, fiestas de té, a nadar y más que nada odiaban que les abrieran su corazón”
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