La Papisa Juana

La Papisa Juana, una mujer en el Vaticano

La Papisa Juana

La actriz, Johanna  Wokalek, que interpretó a la Papisa Juana en la película La Pontífice

Para la mayoría de los estudiosos, la historia que vamos a contar hoy no existió, pero ya sea leyenda o realidad, la vida de la Papisa Juana merece ocupar un lugar de honor en este escaparate de mujeres valientes.

La Iglesia Católica lo niega, pero en el siglo XIII un cronista dominico, Jean de Mailly, difundió la historia de una mujer llamada Juana que había llegado a ser la máxima representante de Dios en la tierra. Las versiones en torno a esta historia son muchas, pero todas coinciden en señalar que en el siglo IX hubo una mujer que, haciéndose pasar por un varón, llegó a ser Papa durante dos años, siete meses y cuatro días. Las fechas de su pontificado bailan un poco, algunos lo sitúan entre el año 855 y el 857, por lo que según la lista oficial de Papas hubiera sido Benedicto III y otros aseguran que fue en el 872, lo que correspondería con Juan VIII.

La Papisa Juana nació en Maguncia, dicen que era muy inteligente y amante del conocimiento y como en tantas cosas que rodea esta historia, también hay varias versiones sobre por qué escondió su feminidad… Que si por ser mujer no podía estudiar… que si la habían violado… que si se había enamorado de un joven estudiante y que la única manera de seguirle era hacerse pasar por hombre… El caso es que parece que Juana decidió disfrazarse de monje y adoptó el nombre masculino de Johannes Anglicus.

A partir de ahí empezó a viajar de monasterio en monasterio, relacionándose con grandes personajes de la época, llegó hasta Atenas y allí logró convertirse en una intelectual muy respetada. Su fama llegó hasta Roma donde conquistó de tal modo la ciudad que fue nombrada Papa.

Según la leyenda, su pontificado fue bueno y prudente, pero se queda embarazada. Unos dicen que de un monje y otros que el padre era el embajador Lamberto de Sajonia. Las enormes túnicas que vestía favorecieron que disimulara su embarazo, pero un día mientras atravesaba la ciudad en medio de una procesión, Juana se puso prematuramente de parto y dio a luz delante de todo el mundo. Se trataba de la procesión del Corpus Christi, que iba desde la Plaza de San Pedro del Vaticano hasta San Juan de Letrán. En un momento del recorrido, retorciéndose de dolor el Papa se llevó las manos al abdomen, cayó al suelo y allí mismo dio a luz a un niño.

Cuentan que, entonces, la gente enfurecida, se abalanzó sobre la Papisa y a partir de aquí vuelven a surgir varias versiones… Algunos dicen que fue lapidada por los fieles allí congregados y otros que murió atada a los pies de un caballo que la arrastró por toda la ciudad hasta extramuros.

Dicen que, desde entonces y para evitar que una mujer accediera al papado. se estableció un curioso ritual en la elección de los pontífices, que tenía como objetivo verificar el sexo del candidato. Para ello se fabricó un asiento papal conocido como sedia stercoraria, una silla con un agujero en el medio y sobre el que se sentaba el candidato, entonces el prelado más joven le tenía que palpar los genitales por debajo del asiento y después gritar “Duos habet èl bene pendentes! (¡tiene dos y cuelgan bien!) o abreviado “Testiculos habet!” (¡Tiene testículos!) o simplemente “Habet!” (¡Tiene!)

Una vez comprobado y enunciada la frase, los asistentes a la ceremonia responderían “Deo Gratias!” (¡Gracias a Dios!) El Papa Adriano VI aboliría esa costumbre en el siglo XVI, pero aún se conservan las ilustraciones de Lawrence Banka que muestran la prueba de masculinidad de Inocencio X.

Prueba de masculinidad de Inocencio X al asumir el pontificado

Prueba de masculinidad de Inocencio X al asumir el Pontificado

También podemos encontrar la famosa sedia stercoraria en el Museo del Vaticano

Sedia Stercoraria

Sedia Stercoraria

Como comentamos al principio, la Iglesia Católica niega la realidad de toda esta historia y sitúa la génesis de esta leyenda en un intento de desprestigio de la figura de Juan VIII por su actitud benevolente con otras iglesias y hay quienes sitúan en esas otras iglesias, sobre todo la ortodoxa y la bizantina, la invención de la Papisa Juana.

Realidad o leyenda, el caso es que la historia de Juana, la mujer que reinó en el Vaticano, está aquí y ha sido llevada a la literatura y al cine y nos gustaría creer en ella, pues ya se sabe… No dejes que la realidad te estropee una bonita historia.

Mamen Gil es periodista. La directora de Contenidos de Mujeres Valientes es la más sensible de las que componentes de este equipo, por este motivo es, probablemente, la más creativa de todas.
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