Otoño en Londres

El otoño en Londres ofrece un abanico de posibilidades

 

Otoño en Londres

 

El otoño es la estación de la melancolía, del romanticismo… Pero también la estación de los contrastes, los parques verdes cubiertos por una manta de hojas marrones, los bonitos atardeceres, el olor a tierra mojada, y ese café calentito que me tomo con las amigas en algunas de las cafeterías Costa mientras fuera comienzan a bajar las temperaturas.

Llevo nueve meses viviendo en Londres, este es mi primer otoño aquí y pienso aprovechar cada minuto de mi nueva vida en esta ciudad tan cosmopolita, donde un día puedes visitar una exposición sobre Picasso en la National Portrait Gallery,o ir al Día de  las Manzanas en el Fulham Palace, o pasear por el enorme Parque de Richmond viendo ciervos, o ir a un musical, o simplemente disfrutar de una fantástica cena española con amigas en “Alquimia”.

Sin duda, el otoño en Londres ofrece un abanico de posibilidades a personas como yo, a las que les gusta investigar, conocer sitios nuevos, charlar, pasear, ¡es todo tan fascinante! Aunque reconozco que a veces me encuentro con un “problema”: tengo exceso de información. Hay tantas cosas que hacer, tantas actividades de todo tipo a las que me gustaría apuntarme, tantos sitios que visitar, hay tanto de todo, ¡que no me decido por nada! Es cierto que Londres es una ciudad increíble, llena de oportunidades y con mil rincones por descubrir, pero a veces es necesario canalizar toda esa información, decidir cuáles son las prioridades y qué es realmente lo importante en cada momento, especialmente cuando acabas de llegar.

Aterrizar en un nuevo país es complicado, sobre todo cuando vas con la familia. Las mujeres que nos vemos “obligadas” a desplazarnos por el trabajo de nuestros maridos, no lo tenemos nada fácil. En muchos casos dejamos un mundo laboral que nos gustaba en nuestro país de origen, y nos centramos en la adaptación de la familia: que los niños sean felices es siempre nuestra prioridad. Después tratamos de ayudar a nuestra pareja en lo que podemos (nos interesamos por lo que hace en su nuevo puesto, tratamos de conocer a sus compañeros, acudimos a eventos de la empresa, etc), y ya por último, nos dedicamos un poco de tiempo a nosotras: a ubicarnos, a decidir qué hacemos, y a ver de qué forma podemos reinventarnos…

 

Otoño en Londres

 

Llegado este momento, lo más importante (y también lo más difícil) es encontrar amigos. Conocer a alguien local, o que lleve más tiempo que tú en este país, es fundamental. Esas personas te suelen ayudar en tu proceso de adaptación, y te aconsejan sobre todo lo que necesitas en cada momento.

En mi caso, me gusta siempre conocer a los españoles expatriados porque nadie mejor que ellos pueden entender cómo me siento, cómo echo de menos mi tierra, y las comidas, y las costumbres… Con ellos puedo hablar de la situación política de mi país y de lo que realmente me preocupa. Por supuesto, también me gusta tener amigos locales, pero no es tan fácil encontrar en Londres a alguien que sea inglés de verdad.

Hay gente que piensa que salir de España y hacer amigos españoles es un error, que lo mejor es conocer y acercarse a extranjeros. Pero, como bien me dijo mi amiga Lola antes de venirme: “al final, aunque no quieras, vas a acabar quedando con españoles porque son con los que más vas a congeniar”, ¡y no se equivocaba!

Tengo la suerte de haber conocido a mujeres estupendas: mis “Putney Ladies” y mis “Hispanas en Londres”, ellas son mi mejor terapia, un grupo fantástico de mujeres que consiguen arrancarme una sonrisa cuando el día es realmente gris. Con ellas puedo disfrutar de este bonito otoño que viene cargado de eventos, actividades, “cafelitos”, y buenos momentos para compartir. Hay que ser optimista y mirar siempre hacia delante porque el otoño no es gris, es una explosión de colores, todo depende del cristal con que se mire.

Llega el momento de despedirme, el invierno está a la vuelta de la esquina y, antes de que llegue el frío, voy a darme un paseo al “solito”, viendo jugar a las ardillas y disfrutando de los maravillosos paisajes que tengo a mi alrededor. Y como dice el cantante onubense Manuel Carrasco, en un precioso pasodoble: “Soy afortunado porque los mayores tesoros que tengo no los he comprado”.

 

 

Fotografías realizadas por nuestra colaboradora, Diana Granada.

 

Diana Granada es periodista y ha sido profesora de español en Durban (Sudáfrica) lugar donde vivió hasta que otra carambola de la vida la ha llevado hasta el Reino Unido

Foto del avatar
Diana Granada
dianagran1@hotmail.com
No Comments

Post A Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.