Mujer a pie de obra. Emprendedora rural. Mujeres Valientes

Mujer a pie de obra… ¿Una profesión solo para hombres?

“¿Niña y porque no estudias magisterio?” Esa fue la respuesta de mi madre cuando con 18 años decidí que la carrera que iba a estudiar era Arquitectura Técnica. Carrera que ya estudiaba mi hermano y que levanto mi interés.

Llegamos en Mujeres Valientes al mes de marzo y creo que con lo que representa este mes, no había mejor tema que hablar de mi experiencia de lo que significa ser una mujer a pie de obra.

Con dieciocho años, aun somos muy jóvenes para decidir nuestro futuro, y la mayoría no tenemos claro nuestra vocación. En mi caso estaba segura de que iba a estudiar una carrera, y que esta seria de ciencias, pero aun no tenía claro que camino tomar.

Finalmente, a la hora de decidir mi futuro me decante por Arquitectura Técnica. Sentí curiosidad en un sector, que durante aquella época (estamos hablando del año 2003) estaba en pleno auge. Tenía de referencia a mi hermano que estaba estudiando lo mismo, y como buena amante del diseño siempre pensé en que esta carrera sería el trampolín para dedicarme al diseño de interiores.

Aún recuerdo el primer día de facultad en el que me aventuré a lo desconocido y lo primero que nos dijeron fue esta frase que aun hoy día la recuerdo literal:

“VAIS A INICIAR UNA CARRERA QUE OS LLEVARÁ A UNA PROFESIÓN EN LA QUE LA MAYORÍA DEL TIEMPO TENDRÉIS UNA MANO LIBRE Y OTRA ESPOSADA”

Mi cara se descompuso en ese momento, y lo primero que se me paso por mi cabeza fue “Dios mio donde me he metido”.

Con el paso del tiempo fui descubriendo el “nuevo mundo” al que me iba a enfrentar. Poco a poco me fui acostumbrando a la presión de las asignaturas, a los exámenes de cuatro horas y a la dureza que tiene estudiar este tipo de carreras a las que le tienes que dedicar mucho tiempo y renunciar a muchas cosas para poder conseguir tus objetivos… ¡Cuántas horas de trabajo y esfuerzo hay detrás de este título!.

Llego 2008 y un 15 de Enero aquella muchacha de 22 años, casi a punto de cumplir 23, se inició en el mundo laboral y en la realidad de lo que en verdad iba a ser su profesión, esa que llevaba estudiando 4 años. Doce años han pasado ya con muchas aventuras vividas en “la lungla”,  como me gusta llamar a veces mi trabajo.

Alguno de los puntos más relevantes que he tenido que vivir estos doce años en este sector son los que os explico a continuación:

1- Cuando comencé a trabar tan jovencita mucha gente se creía que era la administrativa de la empresa. Cuando decía que era la Jefa de Obras ponían cara de sorpresa porque daban por hecho que si trabajaba en la oficina y era mujer, solo podía ser administrativa y cuando se enteraban de que mi puesto era otro diferente la sorpresa y rareza que se reflejaba en su rostro, era inevitable.

2- En 2012 cuando me quedo embarazada, y lo comunico a mi empresa a los 15 días estaba en la cola del paro. Ahí es donde fui consciente de lo que supone ser madre y la realidad que vivimos desarrollando nuestro trabajo enuna profesión mayoritariamente de hombres.

3- Volver a ejercer mi profesión no fue tan fácil como yo pensaba, porque compaginarla con un bebe, en plena crisis económica era complicado que te contratarán, así que decidí hacerme freelance para poder, de alguna forma, volver al mercado laboral dentro de mis posibilidades en mi nueva situación.

4- Este último año que he estado metida más de lleno en la obra, me he encontrado situaciones como, por ejemplo:

5- Estar muy interesados en mi currículum pero al saber que soy madre…

… de repente ya no estaba capacitada para realizar las responsabilidades que el puesto exigía

  • Que compañeros de profesión te den lecciones de cómo hacer las cosas, dándote la sensación de que eres inferior y tienen que darte lecciones.
  • Que a veces tu opinión no cuente, porque parece que aunque digas lo mismo, no tiene el mismo valor.
  • Expresiones machistas cuando ejerces tu trabajo y es una mujer la que regaña amablemente.

Pero por suerte, la mayoría de las experiencias han sido positivas:

  • Esta profesión me ha dado la oportunidad de trabajar con encargados de obra que llevaban años trabajando y encantados. Cada uno de ellos me ha enseñado todo lo que ellos sabían para formarme en la realidad de mi trabajo que es el día a día en la obra.
  • Compañeros de obra, albañiles, peones… Oficios que hoy día y aunque pase el tiempo siguen siendo amigos.
  • Compañeros Arquitectos Técnicos con más experiencia que me han instruido y han contribuido a que sea la profesional que soy hoy día y aunque aún me quede mucho que aprender.
  • Jefes increíbles que han entendido que soy madre, dándome todas las facilidades dentro de lo posible para que conciliar sea una realidad.

¡Muchas vivencias vividas en estos 12 años… !  en los que he tenido la suerte de aprender de profesionales con mucha experiencia, que han confiado en mis capacidades cuando aún a veces ni yo me las creía. Años en los que  he tenido que vivir la cara más dura también y en los que he esperado a que mi hijo tenga seis años para ser más independiente y poder volver más de lleno a mi profesión…

… PORQUE CON UN BEBÉ Y LAS POCAS FACILIDADES EN ESTE SECTOR ERA MUY DIFÍCIL PODER EJERCERLA

Para mi padre fue un orgullo ver a su hija en la obra con el casco blanco.  Todavía vuelve a mi mente como a mi hermana le daban hasta “celillos” porque mi padre se decantaba por mí y profesión. Él le explicaba, que ver a su hija en una profesión tan complicada, y que él conocía de lleno y encima mujer, se sentía muy orgulloso. Fue el primero en apoyarme en mi decisión de dedicarme a este sector y creyó en mi capacidad incluso antes que yo misma.

La realidad es que hoy día nos queda mucho que hacer a las mujeres de este sector para llegar a una igualdad real.  Ser madre nos sigue limitando y nos pone las cosas más difíciles, aunque tengas las mismas capacidades que un compañero hombre. Si eres madre prefieren elegir al hombre antes que a la mujer en muchos casos. Compañeras que no se atreven a ser madres porque saben que seguramente les cueste el puesto de trabajo, o compañeros que te hacen de menos por el simple hecho de ser mujer.

UNA MUJER A PIE DE OBRA… Y LA EXPERIENCIA DE ABRIR NUEVOS CAMINOS

Hace unas semanas me vi reflejada en la Yolanda que hace doce años se iniciaba en esta profesión, en una reunión de trabajo en la que yo ejercía el papel de Dirección. En aquel instante pude observar a una muchacha joven que comenzaba su andadura profesional, tímida y un paso por detrás de sus compañeros hombres. Esa era yo al principio; pero el tiempo y la experiencia te enseña a eliminar esos miedos y hace que comprendas que eres igual. Poniéndote por delante y dejando ese paso atrás.

Me queda mucho camino que recorrer, pero una cosa que aprendí es a elegir con quién trabajar y a desarrollar mis cualidades… Y ahora la vida me pone en mi trayectoria vital y profesional empresas que me apoyan al 100% para seguir creciendo en esta profesión y para seguir desarrollando esa hermosa profesión que es ser madre y educar a un hombre de bien.

Tenía claro, desde hace meses, que en este mes tan importante y señalado para las mujeres, debía expresar lo que significar ser… UNA MUJER A PIE DE OBRA

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Yolanda Moreno
creacionesym@outlook.com
2 Comments
  • Aída Kata
    Posted at 10:02h, 12 marzo Responder

    Relatos cómo éste deberían ocupar las primeras páginas de las publicaciones sobre economía, sociedad y política. Gracias por ser tan valiente, perseverante y decidida, gracias por compartir tu historia con nosotras, haces que se me quiten las ganas de tirar la toalla. GRACIAS, por ser una de esas mujeres que INSPIRAN.

    • Foto del avatar
      Mujeres Valientes
      Posted at 09:05h, 13 marzo Responder

      Gracias, Aída por dejarnos tu reconocimiento en formas de palabras tan certeras. Sí, Yolanda es una mujer que inspira, que no para de trabajar, de esforzarse y de luchar por conseguir sus metas… Estas son las historias que dan sentido a Mujeres Valientes.
      Gracias y ya sabes que aquí tienes tu espacio para expresarte.

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