Marina Abramovic… La abuela de la performance

Marina Abramovic... The cleaner

 

Las salas de una de las obras maestras de la arquitectura renacentista florentina acogen una exposición dedicada a la serbia Marina Abramovic (Belgrado, 1946), organizada con su directa colaboración. Se trata de una de las figuras más famosas y controvertidas del arte contemporáneo: la artista, que con sus obras, ha revolucionado (o mejor, innovado) la idea de “performance” metiendo a la prueba su propio cuerpo, sus límites y su potencialidad expresiva.

 

MARINA ABRAMOVIC. EL ARTE HECHO PERFORMANCE

 

La cita se presenta como una extraordinaria retrospectiva con más de 100 obras, ofreciendo un amplio panorama sobre sus trabajos más célebres, desde los años sesenta a los años del tercer milenio: vídeo, fotografías, pinturas, objetos, instalaciones y la reejución en vivo de sus conocidas “performances” con un grupo de “performers” especialmente formados y seleccionados para esta ocasión. El contenido recorre las principales etapas de la carrera de la artista, que inició jovencísima en Belgrado como pintora figurativa y posteriormente abstracta.

 

Marina Abramovic. Opera Duomo.

 

Fue en los años setenta cuando se volcó en la performance valiéndose directamente del propio cuerpo, como los testimonios de la serie ‘Rhythm’, de la célebre ‘Art Must Be beautiful/Artist Must Be Beautiful’ o de ‘The Freeing Series’, de 1975. En ese año, Abramovic, con pasaporte estadounidense, conoce el artista alemán Ulay con el que entabla una relación sentimental y profesional, cuyos símbolos son la furgoneta Citröen en la que ambos vivieron, expuesta en el patio del Palacio Strozzi, o conocidas performances a cuatro manos como ‘Imponderabilia’ (1977), donde el público debía pasar a través de los cuerpos desnudos de ambos artistas como si fuera el quicio de una puerta, o ‘The lovers’ (1988) con los que marcan el final de su relación encontrándose en el centro de la Gran Muralla china para romper después.

 

 

En los noventa, el drama de la guerra en Bosnia inspirará ‘Bolkan Baroque’ (1977) la obra que ganó el León de Oro en la Bienal de Venecia. La artista lleva a cabo una investigación sobre las temáticas de meditación y transcendencia, expresadas en los ‘Transitory Objects’ (1995-2015), instrumentos energéticos para viajes interiores, realizados con materiales como el cuarzo o la oxidiana. Inolvidable ‘The Artist is Present’ (2010) en el MoMA de Nueva York, donde por más de 700 horas en el arco de 3 meses fijaba muda e inmóvil a 1675 personas, que se iban dando el cambio delante de ella, poniendo en el centro el valor de una comunicación energética y espiritual entre artista y espectador.

 

MARINA ABRAMOVIC, LA ABUELA DE LA PERFORMANCE ART

 

La producción de la “abuela de la performance art” forma parte de ese género de arte que no llega fácilmente a todos los públicos, difícil de captar… hasta tal punto que en el momento en que la artista fue atacada por un desconocido en el patio del Palacio que expone sus obras, algunos pensaron que se trataba de una performance anteriormente preparada, pero desgraciadamente no fue así: un hombre le rompió un cuadro en la cabeza, resultando milagrosamente ilesa. El autor de la agresión, un artista checo, le tiró un lienzo de papel, perforándose en el golpe. La pintura utilizada para asestar el golpe representa un retrato de Marina Abramovic, realizado por el mismo agresor… ¡casi, casi una performance!.

–THE CLEANER en el Palacio Strozzi de Florencia (hasta el 20-1-2018)

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Carmen del Vando
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