01 Jun Luisa Granero, la voluntad hecha mujer
Luisa Granero, la primera mujer catedrática de escultura de España
El Museo Europeo de Arte Moderno dedica una antológica a esta artista fallecida en 2012, exhibiendo todo su legado: numerosas esculturas, óleos, apuntes o notas personales, cedidos por Enric Galcerá, hijo de la artista y comisario de esta iniciativa.
Así pues, esculturas en terracota, yeso, bronce y mármol, se alternan a óleos y pinturas en los que predomina el tema de la maternidad y los cuerpos infantiles y femeninos (como recuerda Galcerá, su madre consideraba que la mujer estaba mejor acabada que el hombre) en un diálogo con las obras de muchos otros artistas conocidos, como Mallol Suazo, Ernest Santasusagna, Lluis Muntaner, Jaume Otero o Martí Llauradó en las que Luisa aparece como modelo. También se añaden los bocetos de muchos trabajos y algunos bajorrelieves.
La exposición no sigue un orden cronológico porque como explica Galcerá “es imposible ordenar y encontrar todo lo que mi madre creó durante más de setenta años …/… lo que queda muy evidente en su trayectoria es la búsqueda de la simplificación de la forma … y explicar lo máximo con lo mínimo”.
Además de rendir homenaje a Granero, el Meam sigue apostando por la serie de actividades que ha llevado a cabo como reivindicación feminista desde la inauguración de ‘Mujeres Artistas Hoy’ el pasado 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Con esta cita demuestra cómo una mujer, por su propia voluntad, puede llegar a todas las metas que se proponga con esfuerzo, voluntad y pasión.
¿Quién era Luisa Granero Sierra? Luisa nace en Barcelona en el seno de una humilde familia de origen andaluz en 1924
La Guerra Civil, y más aún la posguerra, hacen mella en su infancia y primera juventud, marcadas por la miseria hasta el punto de no poder ir al colegio hasta pasados lo nueve años. Pero, recibiendo una inspiración, encontró en el arte el motor para superar cualquier obstáculo y dejar de ser una muchacha sin futuro en el Barrio Chino barcelonés para convertirse en una artista reconocida con numerosos galardones, además de Catedrático y Doctor en la Facultad de Bellas Artes así como miembro de la Real Academia de Santa Isabel de Hungría, de la de San Fernando de Madrid, de la Real Academia de Sant Jordi o de la National Sculpture Society de Nueva York.
Todo un flechazo: cuando empieza a trabajar como modelo en los talleres de escultores como Jaume Otero y Martí Llauradó se apasiona por el arte de la escultura hasta que a los 40 años gana la Cátedra de Modelado y Composición de Bellas Artes en la Universidad convirtiéndose en la primera mujer titular de una cátedra de Escultura en nuestro país.
En 1967 esculpe la figura de ‘Sant Jordi y su pareja’ de grandes dimensiones con motivo de la inauguración del nuevo edificio de la Universidad de Bellas Artes de Barcelona. Cuatro años más tarde monta su primera exposición individual en el templo del arte de entonces, la Sala Parés, ubicada en el Barrio Gótico, gracias al galerista Joan Anton Maragall.
Cultivó el arte de la escultura hasta el final de sus días
Luisa Granero vivió una exitosa carrera, alternando muestras personales en diversas ciudades con monumentos públicos tan importantes como el monumental ‘Genio de las Islas’ en Palma de Mallorca.
Barcelonesa y mediterránea, como ella misma se definía, respiró un ambiente artístico con el que se familiarizó desde sus primeros años al ser su madre y su tía modelos de Ramón Casas.
Aquel ámbito determinó su camino pero no cabe duda de que había madera en ella. Vivió en un mundo feliz: el que forjó desde su alma de artista, el que regaló con toda su fuerza y su amor al arte y embelleció poderosamente con su obra. Otra mujer valiente en el arte que jamás dejó de entregarse a la escultura, arte que cultivó hasta el final de su existencia.
Museo Europeo de Arte Moderno – Barcelona (hasta el 17-6-2018)
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