30 Oct La Gran Madre, el poder creativo de la mujer en el arte
Más de un centenar de obras, desde las venus paleolíticas a las chicas malas del posfeminismo, pasando por la tradición milenaria de la pintura religiosa con sus infinitas escenas maternales, la historia del arte y de la cultura han centrado la figura de la madre, símbolo de la creatividad. Arquetipo e imagen primordial, la madre y su versión más familiar de ‘la mamma’ son también estereotipos ligados a la imagen de Italia.
Cabe señalar que hasta no hace mucho, en el arte la inspiración en la maternidad era casi una prerrogativa de los autores masculinos -se registra una numerosa lista-, que pincelaban o cincelaban unas imágenes dulce y ejemplarmente idealizadas. Si bien la creciente actividad de las mujeres en el ámbito artístico y el vuelco registrado en temas sobre el papel femenino en la sociedad ha dado pie a una nueva representación con interpretaciones, que se revelan más audaces, menos benévolas.
Como se puede comprobar esta exposición, comisariada por un hombre, Massimiliano Gioni, -que, en lo relativo al apartado ‘El poder generativo de la mujer, en el arte y en la sociedad, declara: “… existen muchas imágenes donde el Planeta aparece alimentándonos a nosotros… una perspectiva ecologista que se enlaza profundamente con el tema de la maternidad… las madres son más sensibles a la generosidad de la tierra” ahonda en el tema de la femineidad como encarnación de la Nutrición, tema central de la Expo Milán 2015, así como propone una reflexión sobre la presencia de la figura femenina en la sociedad. Todo ello en un montaje que cubre 2.000 m2 por las salas del espléndido Palacio Real de la capital lombarda.
Gioni explica además: “… en las fotografías de Ana Mendieta vemos a la artista sumergirse y esconderse en la tierra, volver a la tierra: son imágenes fuertes y densas de asociaciones mitológicas y ecologistas” La muestra cuenta con instalaciones, vídeos y ciclos fotográficos de gran calidad y entre las numerosas artistas convocadas, se destacan Giannina Censi, Marisa Mori, Sophie Taeuber-Arp, Frida Kahlo, Dora Maar, María Maolino, Yoko Ono, Barbara Kruger y Cindy Sherman.
Para la sección ‘Del mito de la mujer mecánica a la mujer emancipada’ desfilan las figuraciones de la maternidad, características del Novecientos, las relaciones familiares tensas y las tansformaciones culturales que han atravesado el siglo XX, el mito de la mujer mecánica con el sello del movimiento Dada, el Simbolismo así como las obras de ruptura de las artistas feministas de los años sesenta y setenta. Entre las ‘perlas’ del comisario: “Quizás el cliché más difundido y peligroso ligado a la mujer en la historia del arte es su representación pasiva. En el curso de los noventa se persiguen tantos estereotipos y mitos, como los de la mujer fatal o los de la musa” y sigue: “éstos son ejemplos especialmente importantes a principios de siglo, también en el mundo del arte vanguardista, que imaginaba además nuevos tipos de sociedad y nuevos papeles sexuales. Espero que nuestra exposición narre el brote de visiones más complejas y valiosas para la mujer. Sobre todo, me he preguntado hasta qué punto habría sido legítimo hablar de madres y mujeres, como si ser mujer estuviera siempre y necesariamente relacionado con la maternidad… gran parte del contenido de la exposición, particularmente en las partes concentradas en los inicios del siglo XX, describen a las mujeres que tratan de huir de las expectativas oprimentes proyectadas hacia ellas por la familia, la tradición y el Estado”.
Y refiriéndose a la última parte ‘El arte contemporáneo femenino da y transforma la vida’, Gioni recuerda: “En muchas civilizaciones antiguas la Diosa Madre era a menudo una dinividad protectora de las cosechas y de la tierra, por consiguiente la fertilidad y la nutrición se enlazan íntimamente a la figura de la madre, no sólo a nivel individual sino también en el religioso y cultural… Muchos de estos aspectos retornan más o menos transladados en la reseña. En varios momentos históricos la imagen de la Gran Madre ha sido utilizada por muchas artistas para adueñarse de un nuevo sentido de poder y fuerza, una fuerza femenina en la que el poder se ejercita no simplemente como violencia, sino sobre todo como capacidad de dar y transformar la vida”
Y lo más sorprendente de esta atención a ésta otra maternidad, sensible y al tiempo objetiva, procede de un hombre, y joven, el brillante crítico de arte contemporáneo, Massimiliano Gioni.
Exposición: La Gran Madre, producida por la Fundación Nicola Trussardi
Palacio Real de Milán
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