10 Ene Jesse Jones… Explorando la relación entre feminismo y capitalismo
El programa Film&Video del Museo bilbaino despliega performances artísticas vinculadas a la imagen en movimiento y profundiza la relación crítica entre las artes visuales, las instalaciones fílmicas y la cultura contemporánea en general.
En su práctica, Jesse Jones (Dublín, 1978) entrelaza la escenografía audovisual con la escultura y la performance. Una apuesta en la que examina materialización de la memoria colectiva y las distintas formas en que gestos, objetos y lenguajes se brindan a la experimentación artística.
‘Temblad temblad’ fue producida originalmente en 2017 para el pabellón irlandés de la 57ª. Bienal de Venecia y después se ha ido adaptando específicamente a distintas instituciones y galerías de Europa y Asia.
Técnica y conceptualmente ambiciosa, la instalación se adueña de la figura histórica de la bruja como símbolo poderoso del Occidente moderno y como portadora de posibilidades poéticas y políticas.
La instalación ‘Temblad temblad’ incluye un componente de performance simultáneo a la proyección del vídeo: cada cierto tiempo, una asistente arrastra una cortina que atraviesa la sala e inscribe un círculo en una pared negra.
La obra se completa con tres esculturas y una serie de objetos expuestos en vitrinas, referentes del proyecto de la artista
Aunque fue creada en Irlanda, en un momento de tensos debates en torno al aborto, y pese a que también remite a las protestas feministas de la Italia de los años setenta -cuando miles de mujeres coreaban el lema “Temblad, temblad, las brujas de vuelta están”-, la obra funciona como retrato de un arquetipo intemporal que trasciende la identificación nacional o étnica.
De hecho, la poderosa bruja de ‘Temblad, temblad’ puede percibirse como la encarnación de un pensamiento mágico, de una transformación radical de lo real y el desencadenante de un caso cósmico.
La actriz irlandese Olwen Fouéré es el alma de la obra de Jesse Jones, “Temblad, temblad”
La elogiada actriz irlandesa Olwen Fouéré anima, estremecedoramente, a este carismático personaje mientras, más allá de la pantalla, en el espacio expositivo tiene lugar simultáneamente una actividad ritual: con intervalos de pocos minutos, una oficiante inscribe, ruidosamente, un círculo en una pared negra, al tiempo que un telón se desliza y divide el lugar como movido por una gigantesca y fantasmagórica mano.
En el espacio de entrada a la sala hay una serie de objetos expuestos en vitrinas que son referencias clave dentro del proyecto de Jesse Jones, y también dentro del contexto de su investigación, aún en marcha, sobre prácticas rituales y mitologías asociadas a la brujería.
Y la historia del País Vasco, donde la Inquisición realizó brutales cazas de brujas y purgas de herejes durante los siglos XVI y XVII, ofrece un telón de fondo relevante para la presentación de la obra en Bilbao.
Así, esta selección de objetos domésticos originarios de Guipúzcoa y Navarra, destinados a prácticas rituales y a creencias relacionadas con la hechicería, dialoga con las demás piezas empleadas por la artista en sus indagaciones dentro y fuera del taller.
Jesse Jones explora la relación entre el feminismo y el capitalismo
El proceso de la llamada “caza de brujas”, más conocido y difundido en la literatura de Occidente, es el fenómeno generalizado que se registró en la Europa Central a inicios de la Edad Moderna.
Base para la persecución masiva de mujeres por la Iglesia y sobre todo por la Justicia Civil, fue la idea, extendida entre teólogos y juristas, de una conspiración del Demonio para acabar con la Cristiandad.
Jesse Jones, además, ha ahondado en las prácticas rituales y mitologías asociadas a la brujería en varios países europeos con el objetivo de explorar la relación entre el feminismo y el capitalismo y el potencial poder femenino en el mundo, que aclara:“Me interesa especialmente saber cuál ha sido el contexto en el que los cuerpos de las mujeres han llegado a ser controlados por el Estado y me parecía muy importante analizar este tema en el entorno de la persecución de las brujas”.
Jesse Jones, una artista valiente, que se emplea y traduce en una performance la “caza” a las mujeres acusadas de práctica supersticiosa atribuída a personas, sobre todo a hembras, por supuesto pacto con el diablo o con espíritus malignos en el pasado, va más allá en su interés por el contexto de esta persecución controlada por el Estado.
No Comments