21 Oct Isabel Rizo y su pasión por el pilates
FORMACIÓN, ENTRENAMIENTO, INVESTIGACIÓN Y ACCIÓN SOCIAL
Isabel Rizo: “Te empiezas a sentir bien desde que lo intentas, no cuando lo consigues”
Instructora de Pilates y empresaria. Con 33 años y quince años de profesión ha formado a unas 1.000 personas. Para ella la empresa lo es todo, por lo que intenta cuidar al máximo a sus profesionales para que den lo mejor de sí. ¿El secreto de su éxito? Empatía y respeto hacia sus pacientes, la conciliación laboral y familiar, así como la enorme experiencia y formación que la avalan.
Así es Isabel Rizo, la directora del Instituto Nacional del Método Pilates en Sevilla. Una joven sevillana que empezó su andadura por otros derroteros muy diferentes. Una mujer que ha luchado hasta conseguir hacer realidad su sueño y ha vivido momentos complicados de “precariedad económica” para que el centro de Pilates que gestiona sea hoy en día uno de los pocos a nivel mundial que mantienen el origen del Pilates tal y como lo concebía Joseph Hubertus Pilates.
“Uno nunca sabe por dónde puede acabar”
Y esto es realmente lo que le ocurrió a esta sevillana (aunque por el acento cualquiera lo diría). En sus comienzos, Rizo ha competido en motocross y fitness, en donde siempre había ánimo de competición pero no como algo saludable, sino como ocio. Reconoce que las clases de educación física no le gustaban mucho y que de hecho, estaba un poco mal visto en su familia. “Estaba peor considerado que ser médico, por ejemplo”.
Una vez en la universidad, empieza su primer año de biología y sigue compitiendo en motocross. Sin embargo, ese año fallece su padre y su vida personal da un giro. En esta etapa difícil, empieza a hacer cursos y da clases de aeróbic en gimnasios durante varios meses. Entretanto, nos comenta que conocía el Pilates porque siempre le había quitado los dolores de lesiones, ya que tiene una cicatriz en un pie, desde que tenía un año, y esto le ocasionaba contracturas cuando competía, pero según la sevillana, “Pilates era más un proceso de recuperación emocional que dedicarme a ello”.
Con el tiempo, su profesora de Pilates le indica que “tiene madera” de instructora de Pilates, pero es entonces, le surge la oportunidad de ser becada en microbiología (lo que había estudiado, ya que finalizó sus estudios en Biología). “De repente me vi debajo de una luz, encerrada en un laboratorio y pensé: ¿esto es lo que me espera el resto de mi vida?”, algo que le causó “mucho agobio”, de forma que siguió el consejo de un amigo: “si tienes muy claro que esto no es lo tuyo, cambia y no mires atrás”.
Y así empezó su andadura por Pilates. En 2008 tuvo un centro de formación, pero no es hasta 2012 cuando abre su propio Instituto Nacional del Método Pilates. Durante este periodo, nos comenta que pasó “años de precariedad” para pagarle bien a sus instructores. “He trabajado mucho porque he creído en ello, he tenido momentos muy duros pero nunca me he rendido” porque a diferencia de su marido que tiene “estabilidad” en su trabajo, ella prefiere “hacer lo que quiera y ser mi propia jefa”.
En la actualidad, también se dedica a la labor social con la Asociación Sevillana de Pilates. Rizo nos detalla que ésta es “la cuarta pata de lo que ofrecemos”, por lo que el centro se compone de formación, entrenamiento, investigación, así como acción social. En este punto se hacen proyectos solidarios como dar clases gratuitas y con el dinero recaudado se pretende montar un negocio en Cuzco.
Pero, ¿qué es el Método Pilates?
“El Método Pilates es el original, el Pilates que se realiza en los gimnasios es una actividad física que puede ser buena, pero no es el original. No consiste en hacer ciertas posturas, sino en sentir cosas mientras que tú te pones en esas posturas y haces esos movimientos”, de forma que según Rizo, según como tú seas, “vas a notar una cosa u otra en cada ejercicio y el arte de cada profesor es el de crear un clima o una magia”.
Nos cuenta que cuando ella está en un entrenamiento personal, “el entorno está negro y solo estoy pendiente de la persona que está entrenando, por lo que conecto de tal forma, que la otra persona me va diciendo en todo momento lo que va sintiendo”. En este sentido, es consciente de que no todos los días son iguales y hay veces que no se hacen los mejores entrenamientos, pero para ella “te empiezas a poner bien desde que lo intentas, no cuando lo consigues”.
En Sevilla hay cinco o siete estudios de Pilates donde hay máquinas pero seguramente “no se haga Pilates tal y como yo lo entiendo”. Esta disciplina te tiene que “provocar una sensación según la postura, no te mueves mover de cualquier manera”. Así, reconoce que “el error quizás ha sido no comunicarlo desde que abrimos el centro. Esto existe y se tiene que saber. No hay razón alguna para que exista un problema de cuello y de espalda, que es la mayor causa de baja laboral en España”.
Pilates es una tabla que empieza por unos ejercicios y acaba por otros. “Tiene un sentido y no se puede cambiar el orden. Hay una organización, equilibrio y evolución”. El instructor de Pilates trabaja con cadenas musculares porque hay un daño que puede fastidiar a todo tu cuerpo. El cuerpo funciona como si fuera una unión de músculos.
¿Cuál es su entrenamiento que le hace tan diferentes a los demás?
Al detalle, nos señala las pautas de su entrenamiento para que siempre sea cien por cien personalizado a cada cuerpo y mente. De esta forma, el primer día del encuentro le hace un centenar de preguntas a su paciente con respecto a todo lo que se pueda imaginar (influyen circunstancias que ni imaginaríamos, según indica). Así, diseña una tabla de entrenamiento con todos los datos para los primeros días y, posteriormente, según se haya avanzado y entrenado esos días, se diseña otra tabla adaptada con ayuda del instructor.
A estos pacientes suelen mandarlos un traumatólogo o fisioterapeuta, de forma que se contacta con ellos para que le den más datos. En cada clase, el instructor redacta un informe de cómo ha ido la clase y, si ha habido algo significativo ese día, se llama al paciente para preguntarle por su estado físico y mental.
Cada diez o quince sesiones se hace toda la evolución para lo que “aplicamos el método científico al entrenamiento, no utilizamos nada la intuición. Lo hemos estudiado y sabemos qué es lo que va a suceder o intentamos que así sea”. En este sentido, nos cuenta que son capaces de evitar que muchas personas se operen y mejorar la calidad de vida.
“La osteopatía y la fisioterapia curan algo que te está causando un dolor, pero no hace que tú mismo luche contra ello”. Para Isabel Rizo lo ideal sería ir al médico cuando nos duela la espalda para saber cuál es su origen, al fisioterapeuta para que me libere de esa carga de mi día normal y hacer Pilates a modo de prevención y apoyo, para así hacer “un diagnóstico completo”, ya que según ella “se necesitan a los tres sin que se pisen las competencias de cada uno”.
Formación interna y externa
En cuanto a formación, ofrecen cursos de cinco años para ser instructores de Pilates, al que se añade un año extra para especializarse en Pilates para embarazadas. Desde el primer año, estas profesionales pueden trabajar entrenando a muchas personas o dando clases en centros deportivos, aunque reconoce que todavía “no se puede curar todo”. Entre los niveles destacan el básico, el intermedio, el avanzado en suelo, en máquina y para embarazadas.
Además de esta formación interna, Rizo también imparte clases en la Universidad a modo informativo, aunque aquí no se instruye a un profesor de Pilates. En concreto da clases en Ciencias del Deporte en la Universidad de Sevilla (US) y en la Universidad Pablo de Olavide (UPO) durante este curso. Asimismo, asiste a congresos en el Hospital Virgen del Rocío, en la Diputación de Huelva o incluso en la Cámara de Comercio. “El trabajar con entidades públicas nos da un cierto aval porque esta formación no es reglada”, señala.
Con respecto a cursos y formación extra, tiene varias modalidades y diferentes temáticas de curso para cualquier persona que esté interesada en ellos. Uno de los más destacados es el de ‘Mindfulness’, que tiene una modalidad larga de ocho semanas y otro más pequeño de dos horas en sábado. Esta técnica consiste en tener cierto control sobre los pensamientos, que no significa dejar la mente en blanco, sino estar concentrado en lo que estoy haciendo, para lo que es muy importante la respiración.
Asimismo, también hay otro de ‘Streching’, que se trata de estirar de una forma muy peculiar, lo cual es muy útil para Pilates. En septiembre ha comenzado un curso de dos meses. Por último, hay un curso de ‘Preparación al parto’ con una duración de tres a seis meses. Se trata de tomar vitaminas, entrenar y meditar, de forma que cuando la mujer se quede embarazada, se haga el curso. Tiene una duración de 15 meses y es personalizado. En este proceso hay una entrevista con una matrona, ginecólogo y fisiostetra.
Una conciliación laboral perfecta
En conciliación laboral, ella se siente una “privilegiada”. Dice que tiene una “visión distinta” de lo que significa conciliar el trabajo y la familia y, que a pesar de ser instructora y empresaria, se siente afortunada porque tiene una familia que le apoya en sus decisiones. Su marido es muy independiente y además saben complementarse. De igual modo, sus padres y sus suegros entienden su trabajo y saben que no puede dedicarles todo el tiempo. Asimismo, reconoce que hasta la fecha no ha sentido el instinto maternal, “quizás me apetecería, pero tampoco es algo que me haya planteado”.
Para sus instructores del centro es igual de “flexible”. Les dice que se cojan la baja maternal cuando lo necesiten o que no vayan si no se encuentran bien. “Si me he quedado con cinco personas de 1.000 es porque los valoro mucho. Mi empresa es muy importante y quiero cuidar a las personas que se forman”. Tanto es así que según nos confirma, cobran tres veces más de lo que se estipula y no trabajan más de cuatro horas seguidas para que puedan estar al cien por cien con el paciente.
¿Luchadora y valiente?
Tras ser preguntada si se considera una mujer valiente y luchadora, ella piensa que no lo es, simplemente que le gusta mucho lo que hace y no le pesa todo el esfuerzo que ha dedicado en ello. Tal es el extremo que aun habiendo abierto el centro en plena crisis, sin tener apenas recursos y diciéndole su familia que lo dejara, ella ha seguido hacia delante en busca de sus sueño que se ha hecho realidad. “Para que todo fuera bien, no me compraba nada, no viajaba, ni hacía nada. Al final toda esa obsesión ha dado frutos. Ha habido momentos durísimos, pero a pesar de ello, lo hubiera hecho otra vez”, destaca.
Queremos saber si considera que hay un cambio de mentalidad en lo que respecta a la salud y al cuidado del cuerpo. En este sentido, la sevillana piensa que la mentalidad está cambiando y su principal objetivo profesional es poder hacerlo en el paradigma que tiene la sociedad con respecto a la salud. “Para esto necesitamos a magníficos profesionales que estén bien formados, que empaticen también con los pacientes”, aunque reconoce que, no obstante, “queda muchísimo por avanzar”.
Así, teniendo en cuenta a importancia del cuerpo y la mente en nuestra sociedad, le preguntamos si cree necesario que se imparta Pilates en el colegio. Nos comenta que ya se está haciendo, pero que sin embargo lo peor es que cada vez hay menos educación física.
Relacionado con esto, recuerda que ella hizo una investigación abordando la relación del avance cognitivo con la actividad física y el resultado fue muy interesante. La educación física de forma efectiva sirve para “superar la frustración, superar el perder, a que seas más sociable, comprensivo”, de forma que a su juicio, sería conveniente que no quitasen estas materias.
Otro tema clave hoy en día es el de las redes sociales. Rizo considera que estas difunden el Pilates y hacen que cada vez sea más cercano, pero reconoce que ella no se pondría a practicar una una clase delante de un ordenador, otra cosa es que te den consejos puntuales y depende para qué. En este sentido alerta de que “estamos trabajando con nuestro cuerpo”.
Investigaciones en marcha
Por último, Rizo también destaca las investigaciones que realizan. Así, afirma que “hay poco investigado y que no todo lo que se publica es método científico, ya que debe tener unos criterios y conocimientos específicos”.
Una de las investigaciones que tienen en marcha en estos momentos es el efecto de la electroestimulación en el organismo para saber si puede tener algún tipo de relación con Pilates. Para ello, han realizado un experimento en el que han extraído sangre, han entrenado con la persona y han estudiado qué ocurre a nivel muscular y hormonal. En la investigación se está estudiando cómo algunas personas sentía muchas agujetas y cansancio y otras no. “Todos tenían unas mismas características pero han reaccionado de forma diferente”, toda vez que asegura que este tipo de técnicas tienen que ver con la “falta de disciplina de deporte” que, en España, casa con la ley del mínimo esfuerzo para mantenerse en forma.
En cuanto a los próximos proyectos, en estos momentos buscan patrocinadores para investigar sobre las hernias de disco y comprobar qué se mejora con el entrenamiento del Pilates, un proyecto que a su juicio es muy costoso.
Para Rizo es fundamental la nutrición, una hora de entrenamiento semanal y 15 minutos de meditación a la semana. Un conjunto de pequeños hábitos que pueden favorecer enormemente el bienestar en cuerpo y mente. Y es que, como nos asegura, “te empiezas a sentir bien cuando lo intentas, no cuando lo consigues”.
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