12 Dic Inconnue, la desconocida del Sena
INCONNUE, LA MUJER MÁS BESADA DEL MUNDO
Su nombre no ha pasado a la historia, pero sí su cara. Admirada por los intelectuales de la época e inspiradora de poetas y escritores, es la mujer más besada del mundo y la que más vida salva a lo largo del año, pero a pesar de haber pasado más de cien años desde su muerte aún seguimos sin saber quién es, de dónde venía, qué pasó…
Para conocer su relato tenemos que remontarnos a finales de la década de 1880… Era una mañana de invierno como otra cualquiera, cuando la vida parisina se ve sacudida por un suceso, a orillas del Sena, muy cerquita del Quai du Louvre, aparece el cuerpo sin vida una mujer. Se trataba de una mujer joven, entre los 15 y los 20 años. A simple vista, el cuerpo no presentaba ninguna señal de violencia y en su cara se apreciaba una bonita sonrisa, por lo que se determinó que murió ahogada y que se trató de un suicidio.
Las autoridades no conseguían saber quién era, sus ropas no ofrecían ninguna pista y tampoco se había presentado denuncia alguna por posible desaparición, por lo que decidieron que su cuerpo fuera expuesto en la funeraria de París con la idea de que alguien la pudiera reconocer e identificar, pero todo fue en vano y la chica fue enterrada en una fosa común sin nombre en la lápida y sin nadie que la llorara.
Pero antes de que fuera enterrada, un patólogo parisino que quedó prendado por la belleza de su cara, le pidió a un escultor que sacara un molde en yeso de sus facciones para recordarla. La cara de la desconocida del Sena (L’Inconnue de la Seine), que así fue como comenzaron a llamarla, no dejaba indiferente a nadie y poco a poco empezaron a hacerse copias de la máscara.
Estas copias se convirtieron rápidamente en un objeto de moda entre la bohemia sociedad parisina
Su misteriosa historia y singular belleza pronto la convierten en inspiración de numerosas obras literarias y poetas, novelistas y artistas como Rainer María Rilke, Louis Aragon, Man Ray o Vladimir Nabokov no se cansaban hablar de ella y comparar su enigmática sonrisa con la de Mona Lisa y su vida es novelada por escritores de toda Europa. Una de las primeras historias en la que aparece es en The Worshipper of the Image (El adorador de imagen), de Richard le Galliene, que describe la máscara como una malévola que enamora a un poeta inglés llevando a la muerte a su hija y a su mujer. La mayoría son historias tristes que hablan de abandono y muerte.
Pero la leyenda de la desconocida del Sena se agranda a partir de mediados del siglo pasado. El médico austriaco, Peter Safa, había desarrollado la técnica de reanimación boca a boca y más tarde perfeccionó esa estrategia con la maniobra RCP de estimulación cardiopulmonar. El doctor Safa quería enseñar a sus alumnos las maniobras vitales de reanimación, pero para ello necesitaba un muñeco o maniquí que fuera lo más real posible para hacer las prácticas con sus estudiantes. Para ello se puso en contacto con un famoso juguetero noruego llamado Asmund Laerdal, pionero en la fabricación de muñecos de plástico. Laerdal, un juguetero noruego había salvado poco antes a su propio hijo de morir ahogado despejándole sus vías respiratorias, por lo que se demostró especialmente receptivo ante el proyecto.
El juguetero pensó que el muñeco debía ser lo más posible real, pero además, debía tener una expresión amable y serena, que invitara a la calma y recordó un rostro, uno que había colgado en una de las paredes de la casa de vacaciones de sus abuelos. Era el rostro en porcelana de una joven a la que llamaban, la ahogada del Sena. Y es así como la desconocida del Sena se convierte en ResusciAnne, nombre que se le dio al maniquí.
Desde entonces, ResusciAnne ha ayudado a salvar cientos de miles de vida y es así como la bella desconocida del Sena se ha convertido en la mujer más besada del mundo.
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