22 Jun Diana Navarro, la resiliencia hecha mujer
¿Quién iba a pensar que tras dos CD de temas inéditos, tres dedicados a la copla, al flamenco o al género chico, y un recopilatorio Diana Navarro no se quería? Tras dejar atrás esta situación personal la malagueña ha vuelto con ‘Resiliencia’, un proyecto musical en el que ha invertido los últimos años de su vida para darle forma a lo que denomina “el trabajo más importante de mi vida”. Ahora es feliz y se quiere, admitiendo que “al no hacerlo no era feliz y me ocurrían cosas que no me gustaban”. Por esta razón, su sexto trabajo discográfico lo ha denominado ‘Resiliencia’, que es la “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”, tal y como viene recogido por la Real Academia Española . Diana Navarro, la resiliencia hecha mujer.
Mujeres Valientes: Han transcurrido casi nueve años desde que publicara su última producción inédita junto a Warner Music, ‘24 rosas’. ¿Qué ha querido dar a conocer en ‘Resiliencia’?
Diana Navarro: Es el trabajo más importante de mi vida. Está inspirado en historias de amor, de desamor, de denuncia y de vida en primera, segunda y tercera persona desde un lado de crecimiento personal. En 2009 descubro que no me quiero como persona e inicio un crecimiento, descubrir el por qué de esa infelicidad mediante psicología moderna, eneagramas y meditación hasta llegar al punto de que lo que necesitaba era quererme a mí misma. Al no hacerlo no era feliz y me ocurrían cosas que no me gustaban. Es un experiencia vital que quiero compartir con la gente que me sigue, a modo de música, y, sobre todo, si alguien se ha sentido alguna vez así, se siente identificado, al final los artistas lo que hacemos es emociones con música para que la gente se sienta identificada, les llegue y les emocione.
M.V: ¿Por eso titularlo así?
D.N: Resiliencia es la capacidad que tenemos los seres humanos de superar, adaptarnos, sin rompernos a situaciones complicadas de nuestra vida, saliendo reforzados de ellas. Resiliencia define perfectamente la temática de las 13 joyas que componen este trabajo.
M.V: ¿Ha concebido este proyecto más como una terapia?
D.N: Para mí la música siempre ha sido una terapia y me ha salvado siempre. En este disco, lo que sabía, es que tenía que ser yo y dar toda la verdad de mi corazón. No quedarme a medias con directrices que no me gustaban como me ocurrió en otras ocasiones. Esta vez he podido ser yo. He podido componerlo entero con ayuda de, en ‘Olivia Ovidia’ de Antonio Martínez Ares; en ‘Haz conmigo lo que quieras’ de José Manuel Navarro; ‘Desnuda vengo aquí’ y ‘Los niños, no’ de Domi del Postigo. Pero todas son de mi autoría y eso ha sido gracias a mi productor, Bori Alarcón. Hemos estado un año grabando voces sin parar… El año anterior montando las melodías…
M.V: ¿‘Resiliencia’ supone un punto y aparte?
D.N: Vengo de la copla, la saeta, el flamenco, la zarzuela, el cuplé… Y no voy a dejar mi raíz tradicional, nunca. De hecho, se nota en mi manera de cantar y en algunas melodías que recuerdan a coplas o a cantes del flamenco. En ‘Que sí, que sí, que sí…’ hay un fandango que me he marcado, lo necesitaba. Lo que quería era hacer lo que sentía en ese momento. No me he puesto ninguna condición de: “Voy a cantar de esta manera o de otra”. Sí he tenido conciencia de querer cantar un poco más fácil en algunos temas por la petición de algunos fans que me decían: “No cantes tan difícil que no te puedo seguir, me quedo afónico”. Quería hacer alguna cosa más sencilla de voz, más de notas largas, mantenidas, un poco menos vibrado. Lo que quería era hacer lo que sentía. Escucho muchísima música y me gusta la música en sí, me gusta basarme en las técnicas que tengo de flamenco y de copla, pero hacer una cosa más electrónica, más diferente. Sobre todo para hacer reflexionar a la gente que lo escuche con las letras y las melodías, que la transporte a otro sitio.
M.V: Esto último lo ha conseguido el single de presentación, ‘Ni siquiera nos quedó París’…
D.N: Es un single muy cinematográfico. Aunque es una historia de desamor tiene una mirada positiva. El personaje lo vive desde la melancolía, pero desde la gratitud y la aceptación. Sobre todo, lo bueno que va a venir. Porque siempre es para mejor. Cuando algo te ocurre, que tú en ese momento crees que te vas a morir, te das cuenta de que no te mueres y sales más fuerte. Tienes resiliencia. Es para mejor.
M.V: ¿Todo este tiempo le ha servido para madurar musicalmente?
D.N: Todo lo que hago… Me dejo la piel. Todo es para bien y necesitaba esos dos años últimos para hacer ‘Resiliencia’. Era mucho lo que había trabajado durante todos esos años en paralelo. Haciendo ‘Azabache: 20 años’, flamenco y género chica estaba componiendo ‘Resiliencia’… Darle forma a todo eso… De hecho hicimos 30 canciones, se han quedado 13… Ya tenemos el otro disco hecho, prácticamente. Se necesita tiempo para hacer las cosas bien.
M.V: Al final, lo más importante es que la felicidad se puede llegar a alcanzar haciendo lo que uno quiere…
D.N: Es fundamental. Que cada uno haga, respetándose a sí mismo y a los demás, lo que desee. Que se respete y que respete. Hubo un momento en el que no me respeté y ahora eso no va a ocurrir nunca más. Estoy súper feliz.
M.V: Después de haber vivido esta situación, ¿qué consejo le daría a las mujeres que se están dedicando al mundo de la música?
D.N: Que no dejen de cantar nunca, que sean objetivas, que sean humildes, que de todo el mundo se puede aprender. Que cuando alguien diga, si es de manera sana: “Pues a mí esto no me ha gustado”, que lo tenga en cuenta y que lo analice, todo se puede perfeccionar. Que no crean que el éxito es el glamour, el dinero, ni nada de eso, eso son otras cosas… Si piensan que ese es el objetivo, que luchen por ahí. Pero si lo que quieren es ser cantantes, el éxito de un cantante para mí es poder subirse a un escenario y cantar, da igual que haya 10, 20, 500, que mil personas… Lo importante es cantar y que esas personas que vayan a verte en ese momento queden rendidas a tus pies felices por lo que has hecho. Para mí, ese el éxito.
Nuestro agradecimiento a Warner Music por facilitarnos las fotografías de Diana Navarro.
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