07 Oct CULTURE CHANEL. La mujer que lee
Coco Chanel, la gran dama de la moda muestra su lado más íntimo
Atención a otra mujer, Coco Chanel, que ha marcado la Cultura con la C mayúscula. Y si se lo reconoce Venecia…
“Si abrierais hoy una historia de nuestra literatura, deberíais encontrar el nombre de un nuevo autor clásico: Coco Chanel. Chanel no escribe con papel y tinta (excepto en su tiempo libre) sino con tejidos, formas y colores; esto no excluye que se le atribuyan comúnmente la autoridad y el estilo de un escritor del ‘Grand Siècle, elegante como Racine, jansenista como Pascal, filósofo como La Rochefoucauld, sensible como Madame de Sévigné” Así escribía Roland Barthes en 1967 en un artículo que elevaba la obra de Gabrielle Chanel a los escaparates valiosos de la gran biblioteca de las metáforas en la historia de los autores clásicos.
Este nuevo aspecto ha sido imaginado para Venecia, fuente de inspiración para la creadora, que solitaria como era, amaba la lectura… hasta tal punto que los libros guiaban su vida: instrumento de sueños, de oraciones, de viajes poéticos y artísticos, de deseos amorosos… Los libros fueron marcando su vida a lo largo de los años. Durante su juventud, cada personaje novelesco se convertía en reflejo de una vida de sueños. La lectura exaltaba su espíritu combativo. Decididamente serán los poetas los que la encauzarán en las confidencias del alma. Pero, sobre todo, cada autor le revelaba lo que pudiera significar la construcción de una obra, ese modo de inscribir en el tiempo una visión del mundo: cada autor le indicaba además la densidad de la labor a cumplir para convertir la propia vida en una novela. De hecho, durante toda su vida, los libros representan aquello con lo que ella vivió en más estrecho contacto.
Hasta ahora, en las paredes de su célebre apartamento de la calle Cambon en París, los grandes paisajes tranquilos de sus librerías se alternan a los más fragorosos de imágenes y de texto. Aquí, los olores de las encuadernaciones de cuero brillante se mezclan siempre a la fragancia de su perfume fetiche, el N° 5.
“Sin pudor, con la sensación de robar instantes de intimidad a alguien -declara el comisario de la exposición, Jean-Louis Froment– he posado mi mirada en los títulos de las obras, sus autores, sus relatos. Insinuándome entre los ojos de ‘la mujer que lee’ y sus lecturas, he comprendido hasta qué punto el universo de estos libros hubiera sugerido las respuestas a las intuiciones creativas de Gabrielle Chanel y hasta qué punto su vida (que ella siempre se había negado a escribir) estuviera imprimida ahí dentro, en esas estanterías cargadas de creencias, dudas, deseos, arrepentimientos, ambiciones, ira, fugas… en ese apartamento de paredes color oro viejo, como el dorado de los misales de la Abadía de Aubazine, el orfanato donde transcurrió su infancia, y como los objetos venecianos que adoraba”.
Esta biblioteca que el público descubrirá en Venecia, reúne una selección de autores que han marcado la vida de Gabrielle así como también los libros de los artistas que encontró, admiró, a menudo amado y con los cuales compartió un punto de vista sobre la historia de la modernidad.
Algunas de estas obras están dedicadas como declaraciones biográficas de la gran diseñadora y, al tiempo, testimonios artísticos, ya históricos.
Además, se exponen objetos de arte, procedentes de la colección de Gabrielle, custodiados aún en el piso de París, al igual que cuadros, dibujos, manuscritos de los artistas que encantaron la vida de la gran diseñadora para intensificar la intimidad de esta exposición
Más conocida como Coco Chanel (Saumur, 1883 – París, 1971) fue la modista francesa revolucionó la moda y el mundo de la alta costura de los años de entreguerra. Su línea informal y cómoda, liberó el cuerpo femenino de corsés y de aparatosos adornos, expresando las aspiraciones de libertad e igualdad de la mujer del siglo XX. Así, convertida desde los años 20 en la gran dama de la moda francesa, su influencia después se extendería en prácticamente todos los ámbitos, desde el corte de pelo hasta los perfumes, pasando por los zapatos y complementos. En cierto sentido, ella fue la principal modelo de su firma, Chanel se convirtió en el prototipo de garçonne, en un símbolo de mujer moderna, activa y liberada, cuyo estilo fue admirado e imitado por millones de mujeres para seguir siendo un inconfundible icono.
CULTURE CHANEL. La mujer que lee (hasta el 8 de enero de 2017)
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