Carmen Castilla. Secretaria general de UGT-A

Carmen Castilla, el corazón de UGT en Andalucía

Carmen Castilla, la mujer que mira de frente

Carmen Castilla. Secretaria General de la UGT-A

Llegó a UGT-A para cambiar muchas cosas. Representó entonces y ahora ese tiempo nuevo que la opinión publica pedía. Con una ejecutiva, totalmente renovada tuvo que afrontar el reto de volver a ganarse la confianza de los militantes, afiliados y afiliadas y anunció transparencia y claridad en esa situación tan complicada. Representa a muchas mujeres que luchan por seguir siendo lo que son a pesar de tener que romper, diariamente, un techo de cristal que a veces, y muchas más de las que debiera, se convierte en un techo de cemento.

Ella es Carmen Castilla. Un ejemplo de esfuerzo en sus años universitarios (fue premio al mejor expediente universitario de las tres Escuelas de enfermería de Sevilla y Premio Nacional de Investigación) y con un currículum profesional que la llevó a asumir la dirección de Enfermería y Atención a la Ciudadanía del Área Hospitalaria Virgen Macarena en 2010 y en 2013 como responsable de Atención a la Ciudadanía de los hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío de Sevilla.

Mª José Andrade ¿Cómo y por qué decide entrar de manera tan activa en la vida sindical? Porque muchos pensarían: “en menudo lío se está metiendo”

Carmen Castilla.- Tiene que ver un poco con la vocación. Yo en ese momento tenía 45 años y cuando me ofrecieron entrar en una ejecutiva llevando temas que me gustaban mucho como son las política sociales y la igualdad, no me lo pensé y dije que sí. Dejé una carrera que tenía en la gestión sanitaria, a la que me había preparado también con experiencia profesional y académica, y que tenía que ver con el máster que hice en Granada pero yo creía que era un momento de mi vida que tenía que dejar de hacer lo que estaba haciendo hasta ese momento, y defender los derechos de los trabajadores que ya se estaba viendo que se estaban aminorando…y te lo digo yo que soy funcionaria y los empleados públicos vimos también reducida nuestra capacidad adquisitiva y no solo eso sino que también vimos disminuidos los derechos laborales.

Yo percibía que estaba aumentando la desigualdad y decidí que sí en ese mismo momento (no lo consulté con nadie, ni siquiera con mi familia. Lo decidí yo en dos minutos…me lo propusieron y fue rapidísimo porque dije que sí)

Sabía que iba a tener más trabajo, aunque estaba acostumbrada a llevar un ritmo de trabajo de siete días a la semana por mi puesto de gestión, y también menos dinero. Yo estaba en un cargo intermedio y ahora cobro lo que cobra una enfermera con sus ocho trienios. pero no me importó perder ese poder adquisitivo porque no tengo hijos y tengo una edad en la que me puedo permitir tomar esas decisiones, sin tener en cuenta lo que voy a ganar a final de mes…Fue eso. Algo se me movió por dentro y en esos dos minutos decidí tirar hacia adelante.

MJ.A.- Uno de los comentarios que he leído de aquellos días en los que estrenaba su nuevo cargo decía así: “no veas cómo visten y se maquillan hoy día las obreras, ¿no? Si por alguna razón acaba dejando el sindicato, siempre podrá emplearse como relaciones públicas de Louis Vuiton…” Cuando Vd. lee o escucha este tipo de comentarios qué piensa? Porque está claro que quién lo haya escrito no tiene conocimiento de su trayectoria profesional ni académica.

C.C.- Realmente existe muchos machismo en nuestra sociedad andaluza en la que también hay mucho retrogrado…y voy a decir una cosa, algunos comentarios venían también de mujeres porque yo lo leí todo; tengo insomnio y leo muchas cosas (el insomnio no es de ahora, lo padezco desde los 15 años. Tengo un trastorno del sueño que me permite dormir tres horas y estar perfectamente) Lo que veo es mucho complejo interior.

A mi nadie me va a dar lecciones ni de moral ni mucho menos de ética. Yo todo lo que tengo me lo he ganado yo sola trabajando. Mi primera carrera fue por beca y las otras dos trabajando…me lo he pagado todo con lo cual ese tipo de comentario me da pena.

También creo que vivimos en una sociedad muy conservadora porque estamos en el siglo XXI y las mujeres podemos estar donde queramos.

MJ.A.- Ya lleva casi tres años al frente de UGT-A. Con usted se iniciaba una nueva era con una mujer al frente y teniendo que afrontar muchos retos en unos años realmente complicados ¿Ha podido cumplir con los objetivos que se marcó?

C.C.– Sí, con algunos sí. Yo tenía claro que teníamos que hacer una reestructuración en el sindicado, un cambio de imagen y eso se ha conseguido.

Es muy difícil en una sociedad como la nuestra ya que por desgracia hay muchos medios que están politizados y dominados por sectores conservadores que hacen lecturas torticeras de todo lo que hace este sindicato. Eso es una pena.

Realmente intentan mal informar a la población y no hacen su cometido que constitucionalmente tienen recogido en el Artículo 20 de la Constitución Española, allá ellos; pero la mayoría de los objetivos puedo estar satisfecha de que los vamos consiguiendo.

Algunos tardarán más porque esta es una organización muy grande, con cerca de ciento treinta años de historia y con muchísimos afiliados y afiliadas, y con una estructura potente. Pero yo creo que los cambios se están viendo e incluso los propios delegados y delegadas, que son los que a mi me importan porque son mi familia, así me lo transmiten.

Quedan muchas cosas por hacer y esperemos que esta legislatura sea la legislatura que conlleve la recuperación absoluta de esta organización porque es necesaria para la sociedad.

MJ.A.- Vd. llega a la UGT-A en plena crisis económica. Con un país totalmente dividido que daba claras muestras de que se abría un gran abismo entre los ciudadanos y las organizaciones políticas, empresariales o sindicales. Ahora que ha pasado el tiempo ¿sigue percibiendo esa desafección?

C.C.- No. La desafección no se puede mirar por determinados indicadores porque esto es como la investigación. En la investigación si tu coges variables que no son las que tienes que coger pues vas a tener un resultado que no va tener nada que ver con la hipótesis que te has marcado.

La desafección donde podemos mirarla perfectamente es en la afiliación,  en las elecciones sindicales, en la representatividad, y en la afiliciación, y hemos crecido. Este año hemos tenido más altas que bajas, incluso con la crisis económica en la que se están recuperando las grandes empresas, los bancos, y los grandes del IBEX 35 pero las familias españolas y las andaluzas, en concreto, no se están recuperando.

No está llegando esa recuperación con los salarios míseros que están pagando porque son salarios muy bajos. Hoy*, de hecho, se cumplen 5 años de la Reforma Laboral del Partido Popular. Cinco años de desgracias laborales, diría yo, y en las elecciones sindicales tenemos un 41% de representatividad; las vamos ganando y ahí es donde se mira la desafección. (*Esta entrevista se realizó el pasado 9 de febrero).

Yo me preocuparía si perdiéramos las elecciones sindicales, si la gente se diera de baja en masa pero es que eso no esta ocurriendo. Cuando hablan de desafección ¿a qué se refieren? a mi me gustaría que me lo explicara alguna vez, algún medio que lo publica: explíqueme qué es para usted la desafección…¿qué usted ponga un titular contra UGT? ¿Esa es la desafección? pues la verdad es que vive usted en un mundo totalmente paralelo al de la vida real y laboral…vaya usted, por ejemplo, a una gran empresa andaluza y pregunte a los delegados de UGT a ver si tienen desafección.

Carmen Castilla. Secretaria general de UGT-A

MJ.A.- Los datos afirman que La brecha salarial de género en España es la sexta más alta de la Unión Europea, siendo la retribución media de las mujeres españolas de un 18,8% inferior a la de los hombres  y que además retrocede. Uste no se cansa de decir que debe disminuir pero la realidad es otra ¿cuándo se podrá decir que estamos realmente equiparadas con los hombres? ¿Qué tiene que pasar?

C.C.- Lo que tiene que pasar es una concienciación absoluta, por parte de los que tienen responsabilidades políticas y públicas de sancionar.

Pero no solamente en la empresa privada también en la empresa pública existe esa brecha salaria…Eso es tremendo. Debería haber sanciones tan poderosas que tengan un efecto coercitivo hacia el empresario o hacia el responsable de la administración pública de la que se trate porque aparte de que se está conculcando principios constitucionales básicos, la discriminación no debe tener cabida en un estado democrático de derecho.

Tiene que existir concienciación, medidas que los regules y Leyes que se cumplan (porque las leyes están muy bien porque el papel lo soporta todo, luego están la interpretación de la ley). Y si no estás cumpliendo la Ley, que se lleve a cabo la consecuencia jurídica de no cumplirla, que es la sanción; en este caso la advertencia de que eso no pude seguir así.

Lo que ha ocurrido con la crisis es que las mujeres la han soportado peor pero no por nosotras sino por el sistema en el que estamos inmersos y las cosas tienen que cambiar muchísimo.

A mi me preocupa sobre todo algo fundamental y es la educación. Cuanto más nos alejemos de una educación pública y de igualdad vamos a tener generaciones con más deficiencia a la hora de poder defender sus derechos. También me preocupan algunos comportamientos. En televisión vemos comportamientos que tienen que ver con el factor educacional y que la Reforma Educativa del Partido Popular también ha hecho, con esa disminución de lo que es una educación pública y que son comportamientos que habrían también que enseñar a evitar.

Yo tengo mucha esperanza puesta en que a las mujeres que accedamos a puestos de relevancia nos dejen hacer nuestro trabajo y que no nos sometan a ese tipo de control. Que nos dejen trabajar con respeto y dignidad porque la dignidad de una mujer es sagrada.

MJ.A– La mujer en España representa el 51% del total la sociedad española y en la mayoría de las ocasiones no se nos ve como una oportunidad sino como un peligro ¿Por que es tan difícil que se nos reconozca nuestro lugar y siempre tenemos que estar demostrando, constante y diariamente, el tesón, la pasión, la voluntad y el esfuerzo que ponemos en nuestro trabajo?

C.C.- Yo creo que eso viene por lo que te he comentado antes. La educación hace mucho y la filogenia en la raza humana está ahí. Eso es una cosa que es indiscutible y pienso que hay que cambiar esa cultura. Siempre digo, y mis compañeros me lo escuchan en la ejecutiva, que cuando existe un problema en la organización y para yo tener más impacto en lo que digo, parece que tengo que estar enfadada. Yo no tengo porque estar enfadada ni las cosas se tienen que hacer por que sí. Las cosas se hacen porque es lo más adecuado.

Nosotras somos mejores estrategas por nuestro desarrollo cerebral y eso es indiscutible, además de tener una mayor capacidad estratégica y de resolución de conflictos…Yo no le voy a pedir oportunidad porque es un derecho, es que nos equivocamos en los planteamientos y eso es mío.

Yo quiero tener la oportunidad, sobre todo yo que estoy en una organización de hombres, tradicional, porque el sindicalismo de clases ha sido siempre ocupados por hombres y te diré que al principio me costó trabajo, no lo voy a negar y no voy a poner paños calientes. Me costó trabajo ganarme el liderazgo pero he de decir que es indiscutible que lo tengo dentro de la organización.

Además yo lo digo, si no me queréis me podéis echar. Tenemos un Comité que es soberano y no tengo ningún tipo de problema porque me volvería a mi puesto de trabajo que a lo mejor estaría más tranquila.

Es muy importante que vayamos metiendo asignaturas, está muy bien esa expresión que utilizan muchas veces los docentes de asignaturas transversales en el currículum, pero probablemente sería interesante que eso fuera como un mantra desde pequeño igual que los idiomas, que los aprendes mucho mejor si se comienza desde la etapa infantil temprana. Pienso que esto, que es un derecho, deberían de inculcarlo a niños y a niñas por igual porque muchas veces las mujeres también nos lo tenemos que creer.

Yo ya no me tengo que creer nada porque yo ya sé lo que soy y estoy muy orgullosa de ser mujer. No me veo de hombre, yo estoy muy orgullosa de ser mujer lo que ocurre es que a veces me sale el carácter vikingo que tenía mi madre.

MJ.A.- Hablemos de conciliación familiar o como bien dice de “corresponsabilidad”. Usted ha pedido que los hombres “reclamen” en sus empresas derecho laborales de conciliación para ayudar a la equiparación de sexos, pero la realidad es que las prestaciones por paternidad han descendido en un 1,33% ¿A qué cree que se puede deber esta situación? ¿Ellos no quieren asumir esa responsabilidad? ¿Las empresas no lo facilitan?

C.C.- Es una mezcla de todo. Cuando escucho a gente joven decir que “mi marido, mi pareja me ayuda en casa” ahí estamos haciendo un planteamiento totalmente equivocado de la situación…¿Cómo que me ayudas en casa? Me ayudas no, perdona, vamos a hacer las tareas de casa.

A nadie le gusta, aunque probablemente haya algunas personas que sí, pero hay que hacerlas y no entiendo una pareja que esté en el sofá con una cerveza y yo esté limpiando. Eso no va a ocurrir…desde luego en mi vida no.

Eso es un planteamiento de base por lo que probablemente exista una mezcla de las variables que apuntan a empresas que ponen más dificultad, aunque sea un derecho y se pueda pedir, y también a que a los hombres les resulta más cómodo que sea la mujer la que asuma ese rol predefinido y arquetípico de nuestra sociedad. Es muy difícil mover los roles predifinidos tiene que haber una revolución total y absoluta.

MJ.A.- Pero algunas empresas tampoco ayudan que la mujer pueda desarrollarse como madre. Hace poco leía en unos informes referidos a la natalidad en Finlandia donde el Gobierno facilitaba a las jóvenes universitarias ayudas para que fueran madres y la tasa de natalidad aumentó exponencialmente y si aquí fuera así no solo subiría la tasa de natalidad sino que además se desarrollaría mejor el papel tanto de ellos como de ellas dentro de las empresas.

C.C.- Es importantísimo que tú tengas un equilibrio holístico. Que tú te encuentres bien para estar motivado en el trabajo. Creo que esa es una de las motivaciones más importantes que puede tener la trabajadora y el trabajador y por lo tanto rendir más.

Los empresarios no son una ONG, eso también hay que entenderlo, pero tienen que comprender que una persona motivada rinde más y consigue muchos más objetivos económicos.

Si fuera empresaria cuidaría todo ese tipo de detalles porque son muy importantes. Eso está en la cultura de cada uno. Hay empresas que sí lo facilitan y son punteras en eso, por eso, cada vez que puedo les dedico unas palabras de agradecimiento.

Yo he tenido la suerte de visitar fábricas y empresas, en concreto, y me cuentan estas novedad, y me siguen sorprendiendo. Pienso que llegará el momento en que no debería sorprenderme, que tendría que ser la línea habitual de todo el empresariado. Pero, vuelvo a repetir, la crisis ha hecho mucho daño y las medidas para soportar la crisis, que no han dado los frutos que se esperaban, han sido muy, muy dañinas.

Carmen Castilla. Secretaria general de UGT-A

MJ.A.- Hace un momento acaba de decir que hace falta una revolución pero ¿no cree que tenemos que tomar conciencia de la situación de desagravio y desigualdad en la que nos encontramos? porque yo creo que tampoco somos muy consciente de esto.

C.C.- Nos hemos acostumbrado a que eso es lo normal, a que eso es lo que tiene que ocurrir y por lo tanto cuando tú le puedes poner solución y puedes exigir lo que realmente es tuyo es cuando eres consciente y tomas plena conciencia del problema, y hay un grave problema.

¿Por qué mañana mismo yo no puedo ostentar cualquier cargo? y hablo de mi o cualquiera de las mujeres que hay aquí y que has podido saludar antes de entran ¿por qué me tengo que poner esa barrera? porque probablemente hacemos un ejercicio de conformarnos y pensar que lo vamos a tener difícil…esa es la pescadilla que se muerde la cola.

Estamos muy cerca del 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer) y a mí me gustaría que algún día no existiera ese día. El hombre no tiene un día y es que cada vez que se celebra ese día estamos visualizando que realmente estamos reclamando y reivindicando cosas que no tenemos. Ojalá no existiera ese día y se llamará de otra manera…no estoy en contra del 8 de marzo, no quiero que se me malinterprete porque creo que es un día para pedir y reivindicar y que las mujeres tomemos conciencia de adonde podemos llegar y que los hombres se den cuenta de las equivocaciones tan grande que cometen algunas veces, pero me llama la atención, enormente que exista ese día.

Y luego una cosa muy importante, la publicidad hace mucho daño porque no se puede cosificar a la mujer y que ésta sea un reclamo para el hombre.

El otro día leí un tuit de una persona a la que sigo y me gustó mucho lo que puso porque había disfraces para los carnavales en los que el maniquí masculino iba vestido de médico con el pijama y ella de enfermera sexy…Yo me revuelvo contra eso ¡Si alguien supiera lo que hace realmente la enfermería de este país! ¡Si alguien supiera la de vidas que salvan los enfermeros de este país!…Si alguien supiera la de dolor que mitiga un enfermo o enfermera de este país no lo ridiculizaría ni lo denigraría ni lo humillaría tanto…y aprovecho para reivindicar mi profesión que es eminentemente femenina, para que no nos saquen con las “falditas” cortas.

Yo trabajo en pijama. Un uniforme al que le tengo mucho cariño. El pijama es cómodo, ancho para poder agacharme y por si tengo que subirme para hacer el masaje cardiorespiratorio en el caso de que llegue un enfermo en parada. Se me revuelven las tripas y me revelo contra eso.

Yo he escrito mucho sobre ese tema junto con los compañeros. En mi unidad, en la que somos muchas mujeres muy valientes y muy trabajadora,s y en la que tengo compañeras estupendas, escribíamos muchas veces artículos de opinión para ver si alguien lo quería publicar, nadie lo hacía pero nosotros lo poníamos en los tablones.

Yo creo que ya es hora de que empecemos a respetar porque si tú estás desagraviando esta profesión, que es eminentemente femenina, volvemos a lo mismo ¿Y si los enfermeros fueran casi todos hombres? ¿Si la enfermería fuera masculina no habría ese problema, no? Pues nos ponen con las “falditas” cortas pero ¿alguien se cree que haya alguna enfermera que trabaje así? ¿pensarán que trabajamos en tacones? Yo trabajo con zuecos…zuecos rojos, por cierto, porque yo soy muy roja.

MJ.A.- Ahora que ha lanzado la pregunta sobre si todos los enfermeros fueran hombre hay una cosa que llama mucho la atención, y es que en cuanto un espacio comienza a tener visibilidad a nosotras se nos invisibiliza…un ejemplo: las cocinas. Ese ha sido siempre nuestro terreno y ahora son ellos los que lo ocupan (espacios en los que podemos y debemos estar presentes y no estamos) Lo mismo ocurre con el tema del deporte y eso me lleva a preguntarle por quién decide por nosotras.

C.C.- Yo he jugado al fútbol durante cinco años de mi vida y recuerdo cuando empezamos. La novedad cuando montamos el equipo…era una expectación e iban muchos hombres a vernos. No sé con qué motivo, no quiero pensar nada raro y a mí me molestaba porque no iban a vernos jugar al fútbol y jugábamos muy bien. Costó mucho tiempo para que ir a ver al equipo femenino de la SAFA (Sagrada Familia de Écija) fuera ir a ver fútbol. Costó pero lo conseguimos. Y te estoy hablando de la década de los 80.

Hay también que trabajar muchísimo en el tema de cambiar la idea de ser mujer y deportista y quiero conseguir los mismo objetivos que el hombre en su disciplina.

Y lo de la cocina también a mí me llama la atención. Unos amigos míos me pican porque no me gusta cocinar, aunque últimamente he descubierto que me relaja, y me dicen que mucho hablar de cocina pero los grandes chef son hombres.

Nunca he tenido la necesidad de cocinar. Tengo cinco hermanas y una madre maravillosa y yo me traía los taper de mi pueblo, así que yo no cocinaba porque además soy un desastre, aunque, y como te he dicho antes, ahora estoy descubriendo que me relaja.

Fíjate en la publicidad: cualquier anuncio de detergente es la mujer la que mete la ropa en la lavadora y de pronto aparece un señor vestido de blanco y le dice lo que tiene que utilizar para que la ropa salga limpísima y ahí tengo yo a mi “compañero de vida” que sabe que yo me pico muy pronto y me dice que “siempre tiene que llegar un hombre para salvaros”…incluso el estereotipo de la mujer tradicional, que es hacer las cosas de la casa, resulta que cuando ven que no sabemos resolver el problema llega el hombre y nos lo resuelve…¡menos mal que están ellos!. Menos mal y mira, en esta organización ningún hombre dio un paso adelante para hacerse cargo de ella en el momento más complicado…

MJ.A.- Hace poco escribía en Mujer Emprendedora que “España no tiene diseñado un proyecto económico sostenible en el tiempo…y que se ha trasladado, de manera elocuente, a Bruselas” ¿cree que se puede vincular el retroceso de la mujer en el ámbito laboral a la conclusión de estos proyectos comunes?

C.C.- Desde Bruselas nos dan toques de atención como cuando nos dicen que tenemos que cumplir con el déficit pero hay organizaciones como la OIT (Organización Internacional de Trabajo) que ya están alertando de este tipo de situaciones.

Todas esas estrategias están muy bien pero yo creo que tienen que formar parte de un plan propio del país donde nos encontramos, un país que tiene su propia idiosincracia, y con medidas que sean potentes. No me valen parches.

Hay leyes que habría que hacerles un seguimiento al igual que a los propios planes. El otro día firmamos el Pacto por la Industria con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Para mí es el primer pacto que firmo desde que soy secretaria general, y he exigido que haya una comisión de seguimiento y evaluación. Con esto quiero decir que los proyectos sí pero que tengan evaluación porque no los concibo de otra manera.

MJ.A.- El pasado 20 de enero tomaba posesión como presidente de EEUU, Donald Trump. Al día siguiente, más de dos millones de mujeres marcharon por las calles de EEUU. Madres, abuelas e hijas juntas en una marcha pacífica, llamadas a resistir y a luchar por la defensa de los derechos de las mujeres y de todas las minorías. ¿Qué piensa cuando ve a todas esas mujeres en una demostración no de fuerza sino de solidaridad?

C.C.- Pues me parece perfecto y además con un solo motivo que las une y que es muy potente, por cierto. Ha sido una contestación de la sociedad a determinadas afirmaciones, conductas y programa electoral….Aunque una de las cosas que hay que reconocerle como positivo a Donald Trump es que está cumpliendo con su programa electoral y es que los políticos nunca cumplen con su programa electoral pero él sí.

Me parece muy bien que hayan sido las mujeres las que se tiren a la calle a protestar contra conductas que desde luego no son de recibo por muy presidente de los Estados Unidos que tú seas.

MJ.A.- Ahora que estamos viviendo en directo una revolución tecnológica y donde la innovación y la inteligencia transformadora ha reorganizado la producción ¿podemos decir que es ahí donde hombre y mujer pueden trabajar en igualdad de condiciones? ¿Que esto puede ser una oportunidad para nosotras?

C.C.- Nosotras, las mujeres, no podemos dejar nada al azar y al libre albedrio, no podemos…Están muy bien las oportunidades que se presentan pero a ver cuántas mujeres se presentan, en qué condiciones y si nos dan la oportunidad.

Si está todo regulado y lo importante, lo que es más coercitivo, las sanciones al que no cumple la Ley, porque ésto para mí es muy importante, y no se desaprovechar nada.

En el día a día del sindicato veo muchas situaciones de compañeras que nos dan quejas de los propios planes de igualdad, que tanto trabajo nos está costando implementarlos en las empresas. Es la Ley que hay que cumplir la que exige a determinadas empresas que hay que tener un plan de igualdad (y nosotros lo hemos pedido para todas, independientemente del número de trabajadores que tengan) pero es que al final no pasa nada porque ¿qué pasa si no lo cumples? ¿pasa algo?

¡Pero si hay economía sumergida y no pasa nada tampoco! Si hay contratos precarios como, por ejemplo, los de las camareras de piso  a las que UGT lleva defendiéndolas desde hace muchos años. Llevamos muchos años hablando de este tema pero yo no hago las leyes, yo no hago la Reforma Laboral, yo no tengo la capacidad para poner una sanción a ese empresario por esclavitud ¡porque eso es esclavitud!..Han bajado de dos euros la hora a un euro y medio y son mujeres ¡son mujeres!, las llamadas “kelly” son mujeres, todas.

El otro día vi en un reportaje (de esos a los que yo digo a los medios de comunicación “ole, ole y ole” porque son un altavoz perfecto) a una mujer que decía que no sabía cuántas horas tenía que hacer al día haciendo camas y limpiando en los hoteles para llevar a su casa veinte euros. Pues calcula y a eso me parece que hay que decir ¡basta ya!

Cuando veo a políticos de la izquierda, porque los de la derecha no me sorprende nada, que dicen qué buena campaña de turismo hemos tenido este año. Con cifras de ocupación récordpara que ganen más los empresarios porque son los únicos que han ganado ya que el empleo que se generó, el pasado año, fue precario y estas mujeres están dentro de ese colectivo.

¿Crees que con el año de beneficios económicos tan bueno que ha tenido el sector pueda cobrar una mujer, y digo mujer porque son todas mujeres, un euro y medio la hora de trabajo?…pues eso está ocurriendo en nuestro país.

A mí me hace mucha gracia cuando nos rasgamos las vestiduras hablando de cómo se encuentran los trabajadores en otros países donde están hacinados. Que hay que erradicarlo, también, pero es que en nuestro país no podemos mirar para otro lado y yo no soy inspectora de trabajo, yo no soy juez, yo no soy empresaria ni soy política…soy sindicalista y lo único que puedo hacer es protestar, defender y denunciar ese tipo de cosas que es lo que estamos haciendo nosotros.

Cuando hablamos de las maldades de la Reforma Laboral no es porque nos hemos levantado un día y decimos que es mala. La Reforma Laboral permite este tipo de cosas…esa misma reforma que dice que ha creado miles de empleos y sí, empleos que ya sabemos como son.

Me he acordado de las camareras de piso porque es un tema que lo estamos siguiendo muy de cerca pero cuando vi el otro día el reportaje me quedé totalmente impactada.

 

Carmen Castilla. Secretaria general de UGT-A

MJ.A- La capacidad industrial basada en el conocimiento, el trabajo inmaterial, el capitalismo cognitivo…son nuevos términos o definiciones de una realidad en la que se aprecia un cambio radical del proceso productivo y la calidad del trabajo ¿Cómo se enfrenta el sindicalismo de hoy a estos nuevos retos?

C.C.- Estamos preparados porque además esto no es de ahora sino que se veía venir desde hace años…la industria 4.0, el I+D+I.

Nosotros hemos defendido mucho todo lo que es la innovación pero siempre que ésta no conlleve el sustituir a trabajadores por tecnología sino que ésta sea una herramienta de ayuda al trabajador o a la trabajadora. Es decir, la innovación tiene que ser siempre para dar valor añadido a los sectores en los cuales trabaja la persona y creo que es fundamental estar preparados para dar respuesta, desde el sindicalismo, a las muchas cosas que están por venir en cuanto al mercado laboral y por eso incluso hemos montado grupos de trabajo.

MJ.A.- Le iba a preguntar si ha olvidado su vocación pero ya me he dado cuenta, en una de sus respuestas que no

C.C.- No, no…no hace tanto que me fui y no necesitaría reciclaje si mañana mismo tuviera que volver. Hecho de menos mi trabajo…muchísimo. Hecho mucho de menos las guardias (yo trabajo por guardias hospitalarias) y me gusta mucho la sanidad. Yo defiendo la Sanidad Pública. Creo que es, podríamos decir, donde existe verdadera democracia: cuando hay sanidad pública.

Que tú por no tener recursos no puedas tener acceso a una medicación, a una intervención o a una consulta o a una prueba diagnóstica me parece que es atentar en contra de los principios constitucionales.

Siempre he tenido como referencia en mi vida la enfermería y otras cosas como la investigación porque me gusta aprender cosas nuevas y me gusta alternarlo con la docencia, dar clases porque me ha gustado tener alumnos…alumnos que aún me escriben y me siguen en mi nueva faceta.

Creo que el ser humano es increíble, que es capaz de hacer lo que se proponga y ya si es mujer, todavía más. Tenemos esa capacidad que todavía no la hemos podido demostrar porque no nos dejan.

Tengo una asignatura pendiente y es que estoy con la tesis doctoral porque yo tengo los cursos de doctorado en Salud Mental. Soy doctoranda en Salud Mental porque mi proyecto inscrito de tesis está relacionado con ese tema y tengo hasta mayo para hacerla y tiempo muy poco porque yo le dedico al sindicato prácticamente todo el día

(Junto a nosotras está Fernando Morillo, compañero de sindicato de Carmen Castilla que al escucharla apostilla que también le dedica parte de la noche y es que en algunas ocasiones envía mensajes a las cuatro y media de la madrugada haciendo referencia a algún problema o a alguna publicación de algún periódico y es que su organización se encuentra inmersa en fase de instrucción por los cursos de formación)

Es que me es injusto cómo nos están tratando (se refiere a la prensa)…Yo creo que algún día se estudiará en las universidades el daño que nos hacen. A veces pienso que estamos en un momento como si estuviéramos en una dictadura porque me siento que van a por mi organización. En ningún país democrático algo que está en fase de instrucción y que no ha habido juicio y que por lo tanto no hay sentencia se nos haya insultado y difamado…y luego son lo mismo que piden para ellos, en sus procesos, presunción de inocencia.

Es asombroso y hoy me coges un poco enfadada por el tema de la providencia. Yo respeto mucho el periodismo pero los periodistas no son abogados y meten mucho la pata porque tú no puedes interpretar una providencia igual que a mí no se me ocurre opinar sobre cosas que no tengo ni idea…Para hacer el ridículo no digo nada en cambio algunos periodistas interpretan la providencia…yo pido más respeto para los jueces, para los fiscales y para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

MJ.A.- Antes hemos estado hablando de la Sanidad Pública y quería saber qué le parece las consecuencias que ha tenido todo el movimiento de la marea blanca.

C.C.- La verdad que no las entiendo. La UGT no ha estado en ninguna marea. Es verdad que ha habido recortes en la Sanidad Pública porque la crisis ha conllevado recorte en todo y es verdad que el Servicio Andaluz de Salud está deficitario en personal porque no se han cubierto las jubilaciones por las Tasas de Reposición. Tasas que, por cierto, en el Decreto de Sostenibilidad, que creo recordar es el 16/2012 del 20 de abril, el Gobierno Central decide que para combatir la sangría de la crisis hay que poner un 10% en tasas de reposición de personal sanitario, es decir, que si se jubilan cien solamente puede cubrir diez plazas y eso continuamente. Ahí entra todo: bajas, jubilaciones, excedencias, permisos y esto lo que ha hecho es saturar, durante cinco años, al personal y éste ha estallado. Y la ciudadanía pues también porque las listas de espera se han alargado más.

Me llama la atención porque en Andalucía se ha intentado proteger a la Sanidad Pública y que salgan las mareras ahora me resulta raro porque los empleados públicos hemos vuelto a las 35 horas, se ha subido la tasa de reposición al 50%, se ha firmado un acuerdo por parte la Administración y los Sindicatos de separar los hospitales, así que, lo que firmaron las mareas es lo mismo que rubricamos nosotros hace un mes.

Yo puedo decir que estaba en contra de las fusiones hospitalarias. Era directora en esa época y me pronuncié en contra de las fusiones porque sabía que ésto podía pasar. Entonces no entiendo esa pertinaz obsesión porque las fusiones ya no existen. Se ha firmado el acuerdo con las mareas y con los sindicatos y espero que exista un Decreto por parte del Gobierno Central que es el que tiene capacidad, primero para que no nos quiten las 35 horas en Andalucía y segundo para aumentar la Tasa de Reposición porque el Servicio Andaluz de Salud necesita personal para dar una atención cualificada y necesita más enfermeras y enfermeros. No es corporativismo pero es que estamos por debajo de la ratio europea y española en Andalucía por lo que hacen falta más enfermeros y enfermeras en el Servicio Andaluz de Salud, como he dicho antes.

MJ.A.- En el extranjero el personal sanitario español está muy bien considerado

C.C.- Están en el extranjero todos. La enfermería en España es muy buena porque está muy cualificada por lo que cuando se van nuestros profesionales a países como Reino Unido, Portugal o Alemania es que no los dejan volver porque tienen un nivel muy bueno… pero yo los quiero aquí…yo los quiero en España, no los quiero fuera

MJ.A.- “No podemos predecir el futuro pero quizá podamos inventarlo”. Esta frase de Dennis Gabor es la que encabeza el blog de Carmen Castilla. Toda una declaración de intenciones ante la imposibilidad de viajar en el tiempo ¿Qué inventaría en ese futuro inmediato?

Pues lo primero y fundamental que no haya brecha salarial, que haya igualdad de oportunidades y que exista más respeto en la sociedad. Cuando el respeto impere en la sociedad las cosas irán de otra manera…respeto, que por cierto, está muy falto en esta sociedad española y andaluza. A ver si aprenden algo, no los ciudadanos porque éstos son estupendos y yo soy una enamorada de mi tierra y de mis paisanos…algunos representantes políticos deberían aprender respeto.

Carmen Castilla. Secretaria general UGT-A

Carmen Castilla cuando habla te mira a los ojos con la fuerza que la sangre nórdica, que corre por sus venas, le transmite. Ella es las más pequeña de siete hermanos y la única que pudo estudiar, quizás por eso tiene tres carreras y en la actualidad está en pleno proceso de seguir y concluir su tesis. Castilla es sorprendente porque pocas mujeres estudian física cuántica pero también muestra su debilidad cuando habla de una madre que le transmitió los valores por los que su vida se rige (y por la que aún le brillan los ojos cuando recuerda, con emoción, cómo esta mujer solidaria, combativa, generosa y divertida fue despedida por un pueblo, Écija, que la quería) y cuando rememora al padre que perdió siendo aún muy niña…Ella reúne el poderío de una madre luchadora y avanzada y el rostro de un padre honrado y honesto…esa es Carmen Castilla, una mujer de frente que cree firmemente que el mundo puede mejorar desde el respeto, la educación y la igualdad y que representa el tiempo nuevo que el sindicalismo necesita.

Fotografías realizadas por Mª José Andrade ©Mujeres Valientes

María José Andrade es periodista y fundadora de Mujeres Valientes.
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MARÍA JOSÉ ANDRADE ALONSO
mjandrade@mujeresvalientes.es
2 Comments
  • Jose
    Posted at 09:44h, 16 febrero Responder

    Genial entrevista María José. Gran trabajo de documentación previo y muy buen planteamiento. La entrevistada, una grande. Es un lujo visualizar en los medios a mujeres dando la cara y luchando por los demás (como siempre han hecho). Hay que reconocer que este sindicato ha ganado mucho al haberse feminizado, como lo haría toda la sociedad si se le diera a la mujer el lugar que debe ocupar por mérito propio. No milito en UGT (valga como declaración de intenciones para que no se me mal interprete) pero no quita que haya sido un gustazo leer a Carmen Castilla y conocer un poco más cómo se encuentra implicada en la lucha que los trabajadores. Enhorabuena

    • Foto del avatar
      Mujeres Valientes
      Posted at 08:23h, 20 febrero Responder

      Muchísimas gracias, José… Gracias por reconocer el esfuerzo que supone hacer nuestro trabajo y decirte que estoy totalmente de acuerdo contigo en que este sindicato ha ganado (y yo, al igual que tú, tampoco milito en UGT) y mucho, tras ser nombrada secretaria general, Carmen Castilla por su especial sensibilidad con los problemas que la rodean y por la capacidad de trabajo que tiene.

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