Ángeles Caso. Ellas mismas, autorretratos de pintoras.

Ángeles Caso, rescatando a las pintoras olvidadas

Ángeles Caso, reconociendo el talento de las pintoras condenadas al olvido

Ángeles Caso. Ellas mismas, autorretratos de pintoras.

Para centrarme en las mujeres y su colocación en el Arte, esta vez dedico el espacio a las artistas recopiladas en las páginas de un libro de reciente publicación. Se trata del ensayo ‘Ellas mismas. Autorretratos de pintoras’  de Ángeles Caso, del que transcribo la siguiente presentación:

“Busquen un manual de Historia del Arte Universal, y recorran pacientemente el índice de artistas. La inmensa mayoría de los nombres que van a encontrarse serán masculinos. La historia del arte está protagonizada por miles de señores con barbas y bigotes que componen una interminable genealogía de artistas. Las mujeres son en cambio objetos del arte, no sujetos: son las infinitas damas que posaron ante un hombre para que él hiciera su retrato, las prostitutas que exhibieron sus pechos magníficos delante de los pintores del Cinquecento (siglo XVI) o de los impresionistas, las modelos anónimas que hicieron de madonnas y mártires, de diosas y antiguas emperatrices legendarias, las inacabables mujeres desgarradas o incólumes que les sirvieron de inspiración. Pero los libros de historia del arte no cuentan toda la verdad: muchas mujeres -no tantas como hombres, aunque muchas más de las que nos suelen decir- fueron también artistas, dedicaron largos años a aprender y compitieron con los hombres por hacerse un sitio en el siempre complejo mercado del arte

Luïsa Vidal, la pintora del Modernismo

En este completo ensayo, la historiadora del arte Ángeles Caso nos presenta la obra y vida de ochenta artistas -72 pintoras y 8 fotógrafas– a través de sus autorretratos y en la mayoría lograron el éxito, pero fueron luego condenadas al olvido por una historiografía patriarcal. Descubrirlas a través de la imagen que ellas mismas quisieron dar al mundo es una buena manera de conocerlas.

Sofonisba Anguissola

Para ello, la autora ha seguido rigurosos criterios: “El primero, obviamente, la calidad de las artistas, su significado en la historia del arte y el papel que desempeñaron en su momento. Todas las representadas fueron profesionales (salvo la archiduquesa María Cristina de Austria), y la inmensa mayoría tuvieron carreras brillantes y exitosas… El segundo, solo he reproducido obras identificadas, catalogadas y localizadas en colecciones públicas o privadas con acceso al público”. Como dice el título, estas mujeres se autorretrataron y así la historiadora las revela a través de la imagen que quisieron difundir de sí mismas. Entre ellas, solo aparecen dos artistas españolas, Pilar Montaner y Lluïsa Vidal aunque otras vivieron y trabajaron en España como Sofonisba Anguissola, Theresa Mengs y Faraona Olivieri. Muchas se especializaron en retratos y bodegones o flores, mientras los temas más importantes eran el religioso, el mitológico y el histórico, a los que solo algunas artistas se dedicaron excepcionalmente, como Artemisia Gentileschi.

Artemisia Gentileschi. Autorretrato tocando el laud. Wadsworth Atheneum de Hartford

Sabido es el esfuerzo para imponerse en su profesión por parte de cualquier mujer y en el Arte, han existido mujeres dotadas de gran habilidad y talento. Las hubo que cosecharon éxito en sus tiempos, que abrieron sus propios talleres rivalizando con los hombres en el mercado del arte. En este espacio, ya me ocupé a través de las relativas reseñas de Sofonisba Anguissola, de Clara Peeters, de Artemisia Gentileschi y finalmente de Lluïsa Vidal, pero muchas de ellas no resultan registradas en los manuales del Arte, e incluso sendas obras permanecen en los depósitos de museos, esperando que un comisario lleno de una sensible preparación artística decidiera sacarlas del olvido. Como el acontecimiento de Clara Peeters, protagonista de la primera exposición en femenino organizada por el Museo del Prado, ya descrita anteriormente en Mujeres Valientes.

Clara Peeters conquista el Museo del Prado

Como explica la autora en su libro, la actual historia del arte empezó a construirse en el siglo XIX, por manos de intelectuales varones – autores de los primeros manuales y organizadores de instituciones públicas- siguiendo una línea declaradamente masculina que se ha mantenido hasta ahora. Cierto es que algunas no alcanzaron la excelencia como tampoco algunos de los colegas que constan en los libros de historia y figuran en museos y exposiciones. También hay que tener en cuenta que las artistas formaban un número inferior al de los hombres, luchando para obtener un digno aprendizaje y unas condiciones laborales declaradamente peores o, como escribe Caso, muchas de sendas obras fueron atribuidas a otros autores. Cabe recordar el caso de Luïsa Vidal -por citar a la última reseñada en MV- cuyos cuadros fueron asignados a Ramón Casas.

No me es posible citarlas a todas, pero contribuyo con mi granito de arena señalando este ensayo, que ya se proclama como una gran atención de máximo nivel científico hacia la mujer.

Como declara la autora: “La edición de libros de arte no vive sus mejores momentos (…) así que decidí hacerlo por ‘crowfunding’ o suscripción como solía llamarse a esta costumbre de adquirir un libro o una pieza musical o artística antes de su publicación … Y ya es conocido el éxito del crowfunding que este libro ha obtenido.

Ellas mísmas, autorretratos de pintoras se puede adquirir a través del email de la autora: info@angelescaso.com

La periodista sevillana afincada en Italia, Carmen del Vando, está especializada en arte y ha ejercido como corresponsal de Canal Sur Radio en Roma. Premio «Villa Véneta» convierte sus crónicas en una verdadera obra de arte.

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Carmen del Vando
mjandrade@rtva.es
2 Comments
  • Salud Garcia
    Posted at 15:55h, 11 febrero Responder

    Como siempre, Carmen del Vando nos indica dónde mirar, en este caso a la obra de Ángeles Caso, para descubrir el ocultismo a que han sido sometida las mujeres; en el arte y en cualquier actividad que pudiera ensombrecer al hombre. Afortunadamente las cosas están cambiando, y eso a pesar de que todavía hay quienes confunden feminismo con “señoras con bigotes”.
    Señoras y señores: a las feministas nos encantan los tacones de aguja, la ropa sexi y los hombres interesantes, versus, los que cultivan su mente más que sus músculos… Y somos capaces de dirigir una empresa o un país amamantando a un bebé. ¿Alguien da más?

    • Foto del avatar
      Mujeres Valientes
      Posted at 10:49h, 13 febrero Responder

      Muchas gracias por su comentario y por reconocer la escritura de Carmen del Vando. Su sensibilidad y su profesional significan mucho para Mujeres Valientes.
      Y sí, efectivamente somos capaces de todo eso y más sin despeinarnos…gracias de nuevo, Salud.

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