05 Abr Aitana de los Reyes, alma de bailaora
Con tan sólo 19 años Aitana de los Reyes, de El Puerto de Santa María, puede alardear de ser una de las nuevas promesas en el mundo del baile flamenco. “Yo bailo desde que estaba dentro de la barriga de mi madre”, explicaba momentos antes de comenzar la entrevista concedida a Mujeres Valientes para festejar el Día Internacional del Pueblo Gitano, el cual se conmemorará este viernes con el hashtag #SoyMujerYGitana. “Me acuerdo que tengo un vídeo, con menos de un año, en el que empiezo a bailar y a mover las manos, como era tan chica pierdo el equilibrio y me caigo”, apuntaba Aitana. Aunque el baile es algo innato en ella, está compaginando su carrera artística con un grado de Psicología en la Universidad de Cádiz. Aitana de los Reyes, alma de bailaora.
MV: El 6 de abril del año 2013 se alzaba con la banda de Miss Flamenca Joven,un certamen celebrado en El Puerto de Santa María para elegir a la representante de la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino de esa edición. ¿Fue el pistoletazo de salida a su carrera artística?
La primera vez que me subí a un escenario fue con 4 años. Con 7 participé en el concurso ‘Veo Veo’, de Teresa Rabal. Con 9 estuve en ‘Menuda Noche’, de Juan y Medio. Con 13 estuve en Suiza… En realidad no es que fuera el trampolín, pero sí que es verdad que me ha ayudado mucho a conocer, sobre todo, a gente de la moda flamenca. A Salvador Egea, por ejemplo. Estuve en la Pasarela Flamenca de Jerez… Si no hubiera sido por lo de Miss Flamenca Joven no hubiera estado, por ejemplo. Sí que es verdad que me ha ayudado en diferentes cosas.
MV: Y de un padre guitarrista y una madre cantaora, ¿cómo sale una hija bailaora?
Desde chiquitita, no tenía ni un año, y ya estaba bailando. No sé muy bien de dónde me vienen estas raíces. No lo sé muy bien. Desde siempre ha sido mi único hobby, el baile. He estado formándome como bailaora. Pero no sé muy bien por qué bailaora.
MV: En su familia es la única…
Sí que es verdad que tengo familia que canta, mi hermana toca el piano, por ejemplo. Pero en el baile nada más que estoy yo. Es una afición única.
MV: Tampoco se lo ha preguntado…
Es algo que el cuerpo me lo pide, porque no puedo estar sin bailar. No puedo. Entonces es algo que el cuerpo me lo va pidiendo, tengo que bailar. Y ya está.
MV: Poco a poco se está haciendo con un nombre bastante importante en este mundo, ha actuado incluso en el extranjero…
Gracias a Dios, y a la vida misma, que me va poniendo situaciones, me va poniendo retos… Son cosas que salen. Que te llaman y ya está. Tú no eliges estar aquí o estar allí, creo. Sí que he salido al extranjero. Estuve en Suiza, en Ginebra. Después he estado dos veces en Francia, en Japón también, en Alemania, he estado en Lisboa…
MV: ¿Ha notado la diferencia a la hora de actuar fuera de España?
Lo valoran mucho, incluso más que aquí. Habrá de todo. Gente en el extranjero que entienda más que españoles y españoles que entiendan más que extranjeros. En Japón hay mucha afición al flamenco y mucho entendimiento. El público es muy respetuoso porque como es algo que valoran tanto le tienen mucho respeto. La primera vez que yo salí decía: “¿Por qué no aplauden?”. Y no es porque no les guste, a lo mejor no les estaba gustando, era por respeto al que está en el escenario. Quizá creo que falte aquí, ese respeto o ese silencio mientras se está en la actuación.
MV: También porque debe de costar mucho trabajo desplazara toda una compañía tan lejos…
Claro, con tanta distancia, con tantas cosas que hay que pagar…
MV: A la vez está cursando el grado de Psicología en la Universidad de Cádiz, poco tiene que ver lo uno con lo otro…
Estoy en segundo de Psicología. La verdad es que hasta ahora no me ha costado compaginar ninguna cosa con la otra porque tanto me llena el baile como me llena la Psicología ahora que la estoy conociendo desde dentro. No puedo estar sin bailar porque el alma me lo pide, no me lo pide otra cosa, me lo pide el alma, tengo que bailar. Y después cuando estoy tiempo,a lo mejor en vacaciones o en verano, sin coger un libro o sin coger algo que me la recuerde y que me lleve… También la echo de menos. Eso es buena señal. También es algo que me llena. Hasta ahora no me ha costado compaginar. A mí no gustaría dejar el baile por la Psicología ni dejar la Psicología por el baile…
MV: ¿En un futuro se ve como psicóloga o como bailaora?
Es una pregunta complicada… Porque si diría que como bailaora dejando a un lado la Psicología… Miento. Y si digo como psicóloga… También mentiría. Es verdad que la Psicología es una disciplina que nunca dejas de ejercerla y de aprender. ¿Qué es la Psicología sino el contacto humano y el contacto entre personas? El baile es lo mismo.Es contacto. Entonces como que el baile me da la sensibilidad que un psicólogo o una psicóloga debe de tener y esa empatía. La Psicología me da ese contacto y esa humanidad que debe de tener un bailaor y una bailaora. Lo mismo un martes bailando y un viernes ejerciendo terapia a un cantaor…
MV: Tiene que tener una mente sana para bailar…
Sí. Lo que pasa es que son distintos porque uno es arte y la Psicología pues ciencia. Me complementan los dos. Creo que lo que tienen en común es el tema de las emociones. Soy una niña muy emocional y creo que lo que une la Psicología con el baile son las emociones y el sentir, ese componente de sentimientos y de… Si estás ejerciendo como psicóloga estas tratando con una persona, no con una máquina. Tienes que estar con ese calor…
MV: A la hora de bailar le ayudará a retener las emociones…
Es verdad que me ayuda en el tema de la autorregulación. Pero me cuesta. Me cuesta mandar en las emociones. Sí que es verdad que la Psicología, desde ese punto, pues me ayuda en la ansiedad, por ejemplo. O en tratar y en hablar con mi padre y con mi madre, en comprenderlos. Que mi madre dice una cosa y mi padre dice otra y tú ponerte en un punto de vista más neutro, intentar escuchar a las dos partes… Me ayuda en el día a día, no solamente en el baile.
MV: El apoyo de su familia habrá tenido que ser esencial para poder embarcarse en esta aventura…
Me pongo a hablar de mis padres y me faltan palabras… Porque es verdad que estoy consiguiendo metas gracias a Dios, y a la vida, pero por supuesto que son una parte esencial. Sin ellos no es que consiguiera menos, es que no podría. Ellos se entregan en cuerpo y alma incondicionalmente. En mis exámenes, por ejemplo, con tanto estrés y a lo mejor me pongo a discutir o me pongo a gritar… Ellos están ahí: “Vamos a dejarla que está de exámenes”. O a lo mejor cuando tengo que ir a bailar a un sitio, que me crea mucha responsabilidad, pues lo mismo. Ellos están ahí: “Aitana, tú no te preocupes, tranquila, que todo va a salir bien”.
MV: Poco a poco se va reconociendo su talento. Prueba de ello es la entrega que el PSOE de El Puerto le hizo hace algunas semanas del Premio ‘Mujeres con Luz Propia’ en la categoría ‘Mujer Joven’…
Para mí es un orgullo y una satisfacción muy grande, muy grande. Cuando a mí me dijeron que iba a tener un reconocimiento, es que me moría, no me lo creía. Con 19 años decirte que te van a hacer un reconocimiento en tu tierra… No me lo creía. Tener ese título en mi carrera es importante, pero, sobre todo a nivel personal de decir: “Mira, una satisfacción”:
MV: Ese galardón se lo han entregado debido a su arte en el baile, pero además, por ser mujer. ¿Todavía queda mucho por hacer?
Estuve hablando con las otras dos galardonadas y escuchaba las vidas que habían pasado, los obstáculos que se habían encontrado… Quise dejar claro que aunque estemos viviendo en el año 2016 todavía las mujeres estamos ahí ahí. Todavía no hay una igualdad como debería en el año que estamos y lo que se ha luchado… Y lo que nos queda… A mí me dio mucha fuerza escuchar las vidas que han llevado y cómo han afrontado… A mí me dio mucha fuerza para seguir. Todavía hay comentarios: “La mujer está por debajo del hombre”, todavía los hay.
MV: ¿Cómo vive una mujer de apenas 19 años la idiosincrasia del pueblo gitano?
Es verdad que me considero una niña de 19 años, ni paya ni gitana… Me considero una niña y punto. Y hasta cómo me han educado. Lo más importante para mí es la educación. Tenemos muchos estereotipos: “Hay que ver los ladrones, hay que ver los guarros, hay que ver los sucios…”. Es verdad que no hemos tenido oportunidad de ir a un colegio… Mi abuelo me lo cuenta, no estoy hablando de hace un siglo…De hace poco tiempo. Para mí lo más importante es la educación. Una vez que entras en este círculo de la educación, tanto en casa como en el colegio, la educación no es sólo el colegio, sino tus padres. Que sea una casa estable y que transmitan unos valores y educación. Una vez que partes de ahí, lo demás viene solo. Vas al colegio, vas conociendo otros mundos, que no es solo limpiar, dedicarte a tu marido… No. Vas conociendo que la mujer como el hombre, puede ser independiente y puede valerse por sí misma. Desde ese punto bien. Luego tenemos las bodas que dan tanto morbo en la televisión. Es una cosa muy bonita para los gitanos. Voy a una boda gitana, tanto ahora que tengo 19 años como antes cuando tenía 14, y en el momento de la novia a mí se me ponen los vellos de punta. Ahí no mandas. En ese sentimiento no mandas. Esa parte también la vivo como gitana. El respeto a los mayores a mí me lo han inculcado. Pero creo que también es algo que se transmite de generación en generación, tanto la persona mayor gitana como la persona mayor paya. Estoy en un autobús y hay un hombre mayor, yo me levanto y dejo a esa persona, aunque no sea gitana. La unión. Me considero una niña que estoy muy unida a mi familia, muy familiar… Me muero por mi familia. Y ya no familia de padre y madre solamente, sino mi abuela, mi bisabuelo, que todavía lo tengo conmigo, mis primos, las mujeres de mis primos…Esa parte también está ahí con nosotros.
MV: ¿Siguen existiendo perjuicios en torno a la figura de la mujer gitana?
La buena educación es la que te hace que no te cases con 14 años y que digas: “¿Cómo me voy a casar con 14 años?”. Al fin y al cabo es desgraciarte la vida, porque ni tú eres una mujer ni él es un hombre. El avance está en la educación. ¿Qué todavía las hay? Por supuesto. Además creo que nunca se va a acabar porque son las mujeres las que… Hay mujeres gitanas que me dicen a mí: “¿Tú en la universidad? ¿Tú con un carnet del coche? o ¿Tú integrada en la sociedad?”. Como que me ven menos gitana. Y no, no es así. Eso te lo da la ignorancia. Y los perjuicios, lo mismo. La ignorancia. Tan ignorante es esa niña gitana que me ve como menos gitana porque estoy en la universidad, por salir a bailar, o por sacarme el carnet del coche, como el que piensa en mujeres gitanas y se les viene a la mente la que se casa con 14 años. Tan ignorante es uno como otro.
MV: ¿Parte de la culpa la tienen los medios de comunicación?
Por supuesto. No meto en el saco a todos los medios de comunicación, porque hay que no. Pero sí, sí porque para que salga un programa de gitanos estudiantes salen cinco dando una mala imagen. O simplemente sacan la parte más negativa que tenemos. A lo mejor para que salga uno ayudando, porque necesitamos ayuda, sale uno para darnos ayuda y cuatro que nos hunden. Porque lo que hacen es hundirnos, no hacen otra cosa. Si dicen que van con otra intención, es mentira. Es que es mentira. Sí creo que los medios de comunicación tienen mucha culpa. Ellos son los que la tienen, no por nada, sino porque sigo viendo como ignorante a los que se prestan a esos programas. Para mí tienen la culpa los que llevan la intención y ¿quién es en este caso? Los medios de comunicación. Es lo que vende. Lo que da el morbo.
MV: ¿Qué es lo mejor de ser mujer y gitana?
La forma de sentir. Sí que es verdad que creo que la mujer tiene una intuición, un sexto sentido, una mayor sensibilidad… Sí que creo en esa parte. También creo que la gitana la tiene más desarrollada por la necesidad que hemos pasado. Hemos tenido que sobrevivir en un mundo muy difícil y hemos tenido que afrontar muchas situaciones. De generación en generación se ha transmitido. Lo mejor de ser mujer y mujer gitana es la forma de sentir que tengo, la sensibilidad. Quizá también esa parte que me ayuda a comprender más el punto de vista del otro, esa empatía. Al fin y al cabo es lo mismo, porque estamos hablando de un sentir, de sentimientos. Esa forma de comprender, de ponerme en el lugar del otro, de sentir, de darme cuenta o de percibir diferentes matices que quizá amigas mías no se dan cuenta.
Fotografías realizadas por Adrián Verano de Mujeres Valientes
jesus
Posted at 00:10h, 19 octubreOle tuuuu……,buena persona y buena gitana
Mujeres Valientes
Posted at 06:28h, 19 octubreGracias, Marina por entrar en estas páginas y tener esas palabras tan cariñosas para una de nuestras protagonistas. Gracias de nuevo.
RAMON DE LOS REYES AMAYA
Posted at 12:01h, 13 eneroUna verdadera Mujer en el sentido más amplio de la palabra:
Responsable,Empática,Sensible,Fuerte,Constante,Elegante,Humilde,Trabajadora,Positiva, Solidaria,Respetuosa,Amable,Dinámica,Valiente,Luchadora,Inconformista,….
Decir que es única:Buena Hija,Mejor Hermana,como Amiga no hay otra mejor,Bailaora Gitana excelente,Estudiante o Alumna excepcional …. pero como Persona,con todo mi cariño supera todas las calificaciones, en un baremo del 1 al 10, yo te doy un 15
“los que la conocemos en persona sabemos que es verdad”
Gracias Aitana por ser como eres y compartir momentos de tu vida con nosotros
Mujeres Valientes
Posted at 12:29h, 13 eneroA todo SÍ en mayúsculas. Aitana es eso y más. Gracias por compartir con Mujeres Valientes lo que siente por una mujer grande de verdad.
M del mar
Posted at 00:32h, 14 febreroEres la numero uno porque dos no hay como tu como bailaora y persona te quiero