29 Ene Postparto y recuperación… Lo que nadie nos cuenta
Cuando una se queda embarazada todo es maravilloso (al menos en apariencia). Todo el mundo te dice lo guapa que estás, lo bien que te sienta la barriguita y otros comentarios. Durante esa etapa, sobre todo si eres primeriza, te paras a pensar en cómo será el parto, el miedo que te da, y vas a tus clases de preparación.
Ay, ¡las clases de preparación al parto! Yo las recomiendo encarecidamente, no tanto por lo que se “aprende”, sino por las amistades que puedes hacer con otras mamis en tu misma situación con las que luego, en la etapa chunga que nos compete en este post, podrás desahogarte.
Nosotros fuimos a dos cursos preparto, uno al que íbamos Mr F y yo juntos los viernes por la tarde en el Hospital en el que nacería el enano (Fundación Jiménez Díaz) y luego me enteré de que impartían un curso en el centro de salud del barrio todas las semanas por la mañana así que, como no tenía otra cosa que hacer, me apunté.
¿Cuarentena? El postparto dura un año y lo sabes
En esos cursos la matrona te habla, entre otras cosas, de las molestias típicas del embarazo y de cómo ejercitar el suelo pélvico. Sí, una vez que estás embarazada, el suelo pélvico se convierte en una obsesión, porque te transmiten una psicosis con que luego te vas a hacer pis encima si no lo ejercitas… Yo, por si acaso, me tomé los ejercicios de kegel al pie de la letra.
También te hablan del tan temido momento de ponerte de parto. Hay gente que hace unas preguntas increíbles sobre ese día en el que no entienden cómo van a saber que están realmente de parto. En fin, hay gente para todo. Reconozco que cuando la matrona nos explicaba por primera vez el tema del parto paso a paso se me pusieron los vellos como escarpias de imaginarme ese momento. Además en el Hospital nos hicieron un tour por los paritorios y yo no podía dejar de visualizarme en esa cama con las piernas levantadas y todo el aparataje. Me daba hasta mareo pensarlo. Sí, soy muy sensible con todo el tema médico.
Otro tema curioso de las clases preparto eran los pujos. Ahí nos ponían en el suelo a practicar las respiraciones y a empujar. ¡Muy cómico todo!.
Pero al final todo esto solo sirve para que vayas al hospital un poco menos nerviosa y con un nuevo grupo de amigas con las que hacer terapia
Y tarde o temprano llega el temido pero ansiado parto, y esto ya os lo conté en un post anterior de Mamá Primeriza en Mujeres Valientes, así que vamos al grano… ¡AL POSTPARTO!
Una vez que ya tienes a tu retoño en brazos y has pasado los primeros días en el hospital, tú estás deseandito llevarte a tu bollito a casa, ponerlo en su cunita, pasearlo en su carrito nuevo… Pero no te engañes, que sepas que te arrepentirás de haber deseado volver a casa, porque no vas a estar en ningún sitio mejor que en el hospital con un recién nacido.
Así que aquí nos topamos con la etapa cuyo nombre es espantoso: el puerperio. Ni embarazo, ni parto, la peor parte es esta, sin lugar a dudas, al menos para mí y para la gran mayoría de recién paridas.
Postparto, la peor parte para las recién paridas
Os pongo en situación. Te fuiste de tu casa con tu barriguita, toda mona en realidad, de la manita de tu pareja, o no; después de 9 meses de pataditas, antojos, dolores varios y náuseas, pero eso no cuenta.
Y de repente vuelves a casa muy dolorida (si es cesárea como en mi caso peor), con una barriga fofa y blandusca que parece que sigues embarazada, unas ojeras que te llegan a los pies, unas tetas enormes y duras como piedras. Vamos, que lo ideal en esta situación sería meterte en la cama para no salir en un mes. Pero no, amiga, no. A casa llegas además con una criaturita de alrededor de 3 kg, que no sabe hacer otra cosa que comer, dormir y llorar y que para todo ello depende de ti las 24 horas del día. Por lo que tu estado físico es obligado a pasar a un último lugar, porque el retoño es lo primero. Todo esto es algo físico, pero tenemos que sumar el revuelo de hormonas que tienen que reorganizarse tras los 9 meses en los que se revolucionaron. Sumamos que ahora ya tienes que empezar a dejar de pensar en ti, que tienes que entregarte a un ser indefenso, dejar de dedicarte exclusivamente a ti como hiciste durante 9 meses. Y, sobre todo, que un bebé no trae libro de instrucciones a pesar de ser la mayor responsabilidad que existe en la vida.
Durante el postparto tu estado físico es obligado a pasar a un último lugar
Como no soy médico ni pretendo serlo, aquí os pongo lo que dice el National Institute of Mental Health sobre la depresión postparto: se produce porque después de dar a luz, los niveles de hormonas (estrógeno y progesterona) en las mujeres bajan rápidamente. Esto genera alteraciones químicas en el cerebro que pueden provocar cambios en el estado de ánimo. Además, muchas mujeres no pueden descansar tanto como deberían para poder recuperarse totalmente del parto. La falta constante de sueño puede generar incomodidad física y agotamiento, factores que pueden contribuir a los síntomas de la depresión posparto.
Pero Keep Calm; que tengas un bebé no significa que vayas a tener depresión postparto, porque ésta afecta solo a un 15% de mujeres aproximadamente y es un trastorno importante. Peeeeeeeero, existe el llamado Baby Blues, que según la misma entidad médica mencionada anteriormente es un término que se utiliza para describir los sentimientos de preocupación, tristeza y fatiga que muchas mujeres experimentan después de tener un bebé.
Los bebés requieren mucho cuidado, de modo que es normal que las madres se preocupen o se sientan cansadas de proporcionar ese cuidado. La tristeza postparto, que afecta hasta a un 80 por ciento de las madres, incluye sentimientos leves que duran una o dos semanas y desaparecen por sí solos.
Bien, esto es el puerperio, que lo acotan en 40 días, la conocida cuarentena. Pero en realidad el postparto puede durar hasta un año desde que nació el bebé. Este es el plazo medio que se establece para que una mujer, que ha sido madre, recupere su cuerpo, física y mentalmente, después de dar a luz.
La tristeza postparto, que afecta hasta a un 80 por ciento de las madres
Que conste que todo esto, tanto la depresión postparto como el Baby Blues no dependen en absoluto de que el embarazo haya sido súper deseado y se quiera con locura al recién nacido. Cada situación es única y todo influye en todo, pero se puede ser híper feliz, haber deseado ese bebé toda la vida, tener una situación a ojos de todos ideal y aún así ¡sufrir el postparto como toda hija de vecino!.
El postparto es un tema algo tabú, porque “se supone” que todas las recién estrenadas mamás tenemos que estar súper felices todo el rato y ver unicornios de colores. Pues no, señoras, la realidad es la realidad, y ser madre es muy duro, en todos sus aspectos. Y pedir ayuda o expresar nuestros sentimientos no nos va a hacer menos madres.
Yo hace ahora 11 meses que di a luz, y amo a mi hijo más que a nada en este mundo. Fue un embarazo muy deseado. Afortunadamente la situación ha sido buena, pero eso no quita que yo haya tenido mis días malos, horribles, menos buenos y regulares a lo largo de estos 11 meses.
Porque no hay manuales. Porque tu vida cambia por completo, ¡porque llevo 11 meses sin pensar en mí!, dedicándome (también por suerte) 24h en exclusiva a mi hijo. Y eso que he puesto entre paréntesis es precisamente un factor clave. Por un lado cualquiera piensa que vaya suerte la mía poder dedicarme a mi hijo durante su primer año de vida. Bien, esto es cierto, pero tiene su cara B. Y es que, vuelvo a repetir, la maternidad no es fácil, y estar 24h con tu bebé tampoco lo es.
Tras el postparto llevo 11 meses sin pensar en mí
A veces una necesita respirar un poco, dedicarse un tiempo para sí misma, despejarse. Y sé, por amigas de terapia, que las que han empezado a trabajar lloraron muchísimo el primer día, pero que al final “agradecen” esas horas en las que no piensan en pañales, en papillas, en culos enrojecidos, en este juguete o el otro…
Pero bueno, desde mi experiencia, ya estoy a un mes de que mi Pequeño G cumpla su primer añito, y por un lado pienso que parece que llevo con él toda mi vida, pero por otro el tiempo me ha volado. En breve irá a la escuela, aunque sean solo 4 horitas, y sé que lloraré a mares, pero también sé que, después de un año juntos, es lo mejor para ambos. Porque yo necesito recuperarme un poquito a mí misma, y él necesita ya otro tipo de estímulos que mi cansancio muchas veces no puede darle.
Entonces, querida amiga, puedes ver que simplemente tu vida pasada dejó de existir, porque ahora tienes una nueva, que poco a poco descubrirás que en realidad es mejor que la que tenías.
Porque no hay nada que describa lo que se siente por tu bebé, pero que te va a superar en muchas ocasiones, y eso no es malo, es NATURAL.
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