tierra sin hombres

Inma Chacón y su Tierra sin hombres

Inma Chacón, y su visión de una “Tierra sin hombres”

 

Inma Chacón. Tierra sin hombres

Os proponemos un viaje a la Galicia de finales del XIX y comienzos del siglo XX, donde transcurre la aventura de unas mujeres enfrentadas a las murmuraciones y las supersticiones, y marcadas casi siempre por la ausencia de sus parejas. Eso es lo que nos cuenta la escritora extremeña Inma Chacón en su novela “Tierra sin hombres”, una historia que comienza bajo una intensa lluvia, en un cementerio, donde se nos presenta ya a las dos hermanas protagonistas, Elisa y Sabela, despidiendo a un hombre. Una constante que encontramos ya en el mismo título “Tierra sin hombres”, porque el relato se desarrolla en un lugar y en un tiempo en el que las mujeres quedaban con frecuencia solas, viudas de vivos, esperando el regreso de esos maridos que emigraban o a los que se tragaba el mar.

En ese ambiente vemos crecer a esas dos hermanas, tan distintas, pero a las que la propia madre marca sendas diferentes que las alejan aún más una de otra. Una madre, Rosalía, que es asimismo una de esas mujeres viuda de vivo, sin noticias del marido y condenada a guardarle el sitio, y expuesta, como todas, a la murmuración, lo que explicaría su comportamiento ante los vecinos y frente a su familia.

La novela muestra también el poder de la Iglesia, como represora, con el párroco metido hasta en los asuntos de cama de sus feligresas y remarcando las diferencias de lo que se le puede consentir a un sexo y a otro, incluso estando casados. Además, en esa tierra de meigas no faltan las curanderas a las que condenar pero a las que todos acuden, y cuya presencia alimenta las supersticiones y esas acusaciones de brujería que soportan algunas de las protagonistas.

“Tierra sin hombres” retrata los ritos de la vida rural, entre el campo y la playa, con los personajes al cuidado de las vacas o buscando algas, y también esas fiestas patronales, como las que marcan el calendario sentimental de las protagonistas, y que suponen casi su única distracción.

En ese escenario cerrado y opresor se manifiesta el recelo hacia los que llegan de fuera, como esos mineros a los que representa el personaje de Martin, el menos desprejuiciado de todos, que se presenta más jovial y optimista, con un tuteo desenfadado frente a Elisa empeñada en seguir tratándole de usted, y utilizando frases de seducción con antítesis tan arrebatadas como “mi sol y mi luna”, “mi vida y mi muerte”, “mi sueño y mi despertar”, “mi pecado y mi absolución”. Y frente a él, en el otro extremo, encontramos al otro protagonista masculino sobre el que planea toda esta intriga familiar y amorosa, Eloy, ejemplo de cordialidad y comprensión, paciencia y lealtad. El hombre que haría feliz a cualquier mujer como se nos presenta ya desde el comienzo de la novela.

Sin embargo y conforme avanza el relato veremos que la felicidad no será fácil para los habitantes de esta “Tierra sin hombres”, que tendrán que enfrentarse a los engaños, rumores, intrigas y conspiraciones urdidas a su alrededor y que el lector irá descubriendo junto a ellos.

 

A Viky Román le decimos Vickypedia, porque lo sabe todo además de ser una de las mejores periodista especializada en cultura que podríamos tener en Mujeres Valientes.

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Viky Román
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